La aventura creativa de Fallen Roses comenzó a desarrollarse en Soundcloud hace tres años. Formada por el mexicano Donovan Ferra y el chileno Rubén Reinoso en 2017, el dúo comenzó a crear producciones chill y lo-fi con un eje dictado por su mismo nombre: Fallen Roses. «Tiene esa dualidad en la que puedes experimentar ambos mundos: lo nostálgico y lo alegre», justifica Donovan.
El dúo trabajó con la cantante Mexicana Girl Ultra en «sad romance» y como co-productores en su último álbum Nuevos Aires. Además, han colaborado con la chilena Drefquila en varios de sus temas, incluyendo su último lanzamiento: «Una Estrella».
Por Josefina Armendariz
México y Chile. ¿Cómo llegaron a conectarse?
Donovan: fue por un amigo en común, un amigo de Rubén. Chileno. Coque Alarcón, yo trabajaba con él. Él produce música, nos conectó a Rubén y a mí y empezamos a trabajar por Soundcloud y otras cosas, hasta que terminamos creando Fallen Roses.
¿Por qué Fallen Roses?
Donovan: estábamos buscando un nombre que reflejara el estilo de música que hacíamos. Siento que «Fallen Roses» se puede introducir en muchos conceptos. Puede ser algo poético o algo más bien estético que funciona bien en contexto con nuestra música. Lo puedes aplicar a algo triste, nostálgico, pero también a lo bonito por las rosas. Tiene esa dualidad en la que puedes experimentar ambos mundos: lo nostálgico y lo alegre.
Hablando de dualidades, ¿qué rol suele tener cada uno en su proyecto?
Rubén: los dos tenemos talle en cuanto a música, vamos proponiendo ideas melódicas. Donovan se maneja más en piano, propone ideas, melodías, yo también. Cuando alguna nos gusta a los dos, las trabajamos posteriormente. Es ir proponiendo, esa dinámica nos ha funcionado estos años.
Donovan: creo que es eso. Pensamos ideas en nuestros tiempos libres, muchas veces para poder vivir de ciertas cosas tienes que abarcar lo más que puedas. De vez en cuando producimos artistas, a veces simplemente escuchamos algo que nos gusta y nos lo proponemos: «Hay que hacer algo con este sonido, esta vibe». Luego vemos qué podemos hacer. A veces hacemos algo y no lo sacamos, a veces tomamos un sample para ver qué sale.
¿Cómo es el oyente de Fallen Roses?
Donovan: en cuanto a países, creo que donde más nos escuchan es en Estados Unidos. Pero en los últimos treinta días nos han escuchado más en Santiago, Chile. Los considero oyentes pasivos, porque al hacer instrumentales, cosas más pasivas, no hay tanto engagement como si los sacara un rapero, u otra personalidad. Son pasivos. Mucha gente ubican muchísimo antes nuestras canciones que a nosotros.
Rubén: igual es de autoayuda la música. Nos llegan muchísimos comentarios de gente que está sufriendo. Conectan con nuestra música y los ayuda en los malos ratos. También catalogamos nuestra música como de «curación», de salud.
¿Consideran que ese es su horizonte o les gustaría experimentar en el futuro? Y, ¿cuál es su margen?
Donovan: por lo regular, en nuestros tres años de proyecto hemos hecho música tranquila. Relajada. Tenemos un par de colaboraciones y siempre hemos intentado mantener esa línea de lo relajado, de lo chill. Música para poner de fondo en lo que estudias, relajas, manejas. Nuestra música es buena compañera.
En cuanto a los límites, el treinta de este mes vamos a lanzar una colaboración con Daniel Bautista, Andros y la cantante francesa LUNIS. Es un cover de la canción de los 80s «I Just Died In Your Arms Tonight». Daniel es un productor que generalmente hace música muy bailable. Para el club, para el festival. Contrasta con lo que hacíamos, queríamos encontrar un punto medio. Justo tenemos este amigo en común, Andros, que hace chill-house bailable, pero con instrumentos más relajados. Entonces queremos encontrar algo relajado como lo nuestro, pero si lo escuchas en un club, que sea bailable también.
¿Qué escuchan? ¿Les gustaría colaborar con algún artista de Argentina?
Rúben: en producción, me gusta Alpe, de lo urbano-experimental.
Donovan: creo que en Argentina hay muy buenos productores, Asan, Omamr Varela, creo que hay muchos muy buenos.
Se nota que lo audiovisual es fundamental en su obra. No solo las piezas que acompañan sus canciones, sino los paisajes sonoros que crean sus canciones
Donovan: eso ha ido cambiando, yo lo veo por eras. Empezamos con un sello alemá,n Majestic Casual, en el que tuvimos una estética. Luego Strange Fruits, un sello holandés, y nos adaptamos a su estética. Pero para el álbum que se viene traemos una propuesta distinta y propia. Estamos trabajando con una ilustradora que está creando para que podamos expresarnos mejor. Sí ha cambiado nuestra identidad visual por etapas. Vamos a sacar más de 40 canciones con Strange Fruits en año y medio. Ya hemos sacado más de 25 este año con ellos. Luego de este sencillo vendrá un LP con una identidad visual más desarrollada.
¿Qué los entusiasma de lo que viene?
Ruben: lo que más nos entusiasma es seguir colaborando y seguir adaptándonos al Lo-Fi global. En algunos años va a ir desapareciendo y tenemos que adaptarnos a ello. Poder ir generando contenido de acuerdo a las épocas y también ir logrando más cosas y creciendo con este proyecto.
Donovan: creo que al comenzar, no sabíamos que lo que hacíamos era hip-hop, lo-fi, simplemente sonaba bien y lo hacíamos. Siempre que nos preguntaban nos costaba responder: instrumental, hip-hop, jazz, un poco de R&B, siempre nos costaba catalogarlo. De la nada, el Lo-Fi se vuelve súper mainstream y empiezan a salir canales como chilled-cow – de hecho tenemos un par de beats dentro -. Creo que el Lo-Fi se está expandiendo más y volviendo parte del mainstream. Uno de los últimos temas de Trueno, «Rain» está ambientada en un beat de Lo-Fi y está pasando al mainstream, llegando a un público más grande a través de Trueno. A lo mejor, explorar un poquito esas posibilidades de llevar el género que hacemos al mainstream, con colaboraciones, producciones para terceros o demás.