Dante Spinetta se ha caracterizado por ser de los cantautores más polifacéticos de nuestros país, desde su carrera como miembro de Illya Kuryaki a canciones en solitario como «No Sigas» junto a Neo Pistea y «Verano Hater» con Duki, la unión de dos generaciones de raperos.
«La música está en constante crecimiento y evolución», afirma el músico haciendo referencia a sus cambios en el género de las canciones y en su siempre particular estilo. «Ula Ula», de Illya Kuryaki and The Valderramas ha llegado a posicionarse en el puesto 16 del Billboard Hot 100 Estados Unidos en 2013 y Dante ha sido elegido dentro del top 20 de los mejores guitarristas de rock argentinos en una encuesta realizada por Rolling Stones.
Entre Babasónicos y vos, no estamos hablando únicamente de una nueva generación, es un movimiento que no discrimina edades.
Más allá de todo, el arte no tiene edad. Para mí, estar considerado entre las nuevas bandas y los nuevos movimientos está buenísimo. Tanto Babasónicos, como Illya Kuryaki o yo mismo particularmete, hemos estado intentando reinventarnos y no quedarnos en una zona de confort, creo que eso hace que sigamos sonando fresco.
¿No es un riesgo reinventarse constantemente?
Totalmente, mucha gente dice: «me gustaba más como era antes…». Sin embargo, creo que uno no puede estar haciéndo música con la sensación de complacer a los demás, se tiene que estar seguro de lo que se hace y darle para delante con lo que se genera. Es muy riesgoso hacer música para complacer al público, a veces puede salir bien pero otras muchas, no.
Nunca estuviste en la vorágine de analizar número de reproducciones o visitas
Creo que todo músico tiene momentos y hay que saber aprovecharlos. Por supuesto que puedo engancharme en la ola y hacer música mucho más estratégica, pero eso no es para mí. Cuando lanzo una canción me la juego y no me importa si tiene millones de plays o no, creo que es parte de la formación de lo que quiero lograr como artista.
Soy muy consciente de los altibajos, cuando tenía 18 años lanzamos Chaco y fue un verdadero éxito. Pasamos de tocar en el underground a llenar Obras y a viajar por toda América, hacer un MTV Unplagged y muchas cosas más… Hubo un pico de popularidad donde vendíamos casi 250.000 placas y era prácticamente rico, a los 19 años tenía una cantidad de plata inimaginada para mí, me compré una casa, un auto… y de golpe de nuevo no tener dinero para comprarle pañales a mi hijo recién nacido.
¿Sentís que tus pares reconocen tus hitos como artista? Illya Kuryaki, pese a quien le pese es el primer grupo que trajo el Hip-Hop a la Argentina, es algo muy importante
Hay gente que sí y gente que no. Es innegable que Kuryaki forma parte de la historia del movimiento urbano latinoamericano, sacamos nuestro primer disco de rap y logramos hits como «A Mover El Culo» o «Abarajame La Bañera». Ser parte de la cultura popular con estos temas es algo muy groso para mí.
¿Cómo se siente hacer música desde otro lugar? Siendo paciente, disfrutando lo que uno hace y no estando tan pendiente de las reproducciones y de los demás
Creo que esta industria está cambiando todo el tiempo y que lo que prevalece al final son las cosas que están buenas, que van creciendo y que se toman el trabajo de crear en serio. En Sony me siento cómodo y tengo la libertad artística que necesito, además recibo un buen apoyo y un acompañamiento a la hora de crear que realmente agradezco. Es difícil salir de Kuryaki de nuevo, me alejé un tiempo, la pegué con «Pirámide» y volví con ellos, quizás tendría que haber seguido como solista (entre risas).