Fecha de lanzamiento: 25 de noviembre de 2016
★★★✯✩
El que se pregunte qué es un riff, cuáles son sus límites, qué lo diferencia de una línea melódica, debería escuchar lo nuevo de Eruca Sativa. Allí, en 14 tracks de pulso magnético, se confirma lo que se insinuaba en otros trabajos de la banda: sus canciones no tienen riffs, sino al revés. Todo gira en torno al virtuosismo técnico y conceptual, alrededor de los loops orgánicos y sucios de sus tonos robóticos. Porque Barro y fauna exacerba todas las virtudes de la banda: maximiza su capacidad heavy, complementa la habilidad técnica con virtud interpretativa y potencia sus momentos emotivos, no bajo el tedio de una cursilería, sino más bien con tensión y nerviosismo. En esos contrastes, que tiran a Muse pero también al folklore, a Foo Fighters pero también a la música electrónica, es donde gana el disco. Y aunque en una escucha rápida todo suene uniforme y hasta tal vez calcado, un oído más atento descubrirá el disco con más matices, colores e ideas de la banda. Y eso ya es más que suficiente.