El 2016 fue un año complicado para Mariah Carey: suspendió varios shows –entre ellos el que daría en Argentina en octubre−, se separó de su prometido James Packer y se despidió del año con una actuación accidentada en la clásica gala del Time Square de New York, a la que asistieron un millón de personas. El evento fue transmitido por la cadena ABC a nivel mundial.
La cantante tenía preparado un set de tres canciones −Auld Lang Syne, Emotion y We Belong Together−, que se malogró porque Carey no podía mantener el equilibrio ni escuchar las indicaciones que le daban por el micrófono cucaracha ni el sonido, por lo que no pudo coordinar sus labios con el playback. “Voy a dejar que el público cante”, dijo al ver que no podía controlar la situación. Finalmente dijo “No se puede mejorar” y abandonó el escenario a mitad del último tema.
El representante de Carey dijo que alertaron a la producción de la falla del sonido, pero que dijeron “que funcionaría bien una vez en el escenario. Hicieron todo para que falle”.
Shit happens