En la lógica de cualquier movimiento emergente, que considera nacer, crecer y luego consolidarse, el trap se encuentra seguramente en la tercera etapa, con la ola todavía cargándose. Y Diel Paris la empezó a surfear en el momento justo: su primer track data de noviembre del 2016, en sincronía con la explosión definitiva de artistas como Bad Bunny y J Balvin.
Desde entonces, ha construido un hilo de singles cargados con la anomia de las redes sociales: aunque su fanpage tiene actualmente unos 4000 likes, ha podido cosechar más de 600.000 reproducciones en YouTube y casi 400.000 en Spotify, donde tiene subido solamente un single, “Otra vez flashe”. Porque esa es la lógica reinante: grabar mucho sencillo y mucho video, y olvidarse del disco. Y a él le funciona. Su colaboración con Mala Junta y ELESEDE, sin ir más lejos, resulta la condensación de tres estilos en una obra con formato grajea: como el astronauta que prueba las cuatro comidas en una pastilla, la singlemanía permite conocer un poco de cada artista en tiempo récord. Y Diel Paris aprovecha al máximo esas oportunidades.
Porque en la lógica del trap como instrumento de la diatriba furiosa, muchas veces hasta ofensiva, él encontró un hueco: le sacó el picante para agregarle dulzura. Entonces: nada de insultos, nada de bochorno. Que sea amor. Todas sus letras abordan la segunda persona con vocación de trovador de balcón, para una “ella” que nunca se menciona pero que siempre está ahí. Y sus condiciones naturales lo amparan: en la lógica de policía bueno-policía malo que viene de larga tradición hip hop, él siempre toma la parte melódica de la canción y no tanto la metralleta rapera. Porque su timbre suena suave y endulza el oído. Entonces, ahí está él: siempre con una producción que realza sus puntos altos, encuentra en el “flashié” y el “chabón” las marcas de estilo que lo identifican fuerte con una generación que evidentemente lo busca –su total de un millón de reproducciones en total lo avala– y de la que forma parte: apenas supera los 20 años de edad.
El 5 de marzo de este año, ya con varios singles editados, posteó una foto en su Instagram con una leyenda desafiante: “Quiero saber quiénes son los que me apoyan de verdad. Amigos, estoy en la puerta de algo muy grande”, comenzaba ese texto que exhortaba a los de siempre a quedarse y a los caretas a retirarse. Es que es así: el barco de Diel Paris parece estar por zarpar hacia algo realmente importante. El momento de subirse es ahora