Como bailan los demás consiste en una serie de escenas nocturnas que avanzan hasta dar paso al amanecer. Ordenados en degradé, el disco de Delfina Campos empieza con tracks más nocturnos y oscuros (“Detrás del espejo”, “Hemofilia”, “Ama”), y va dejando entrar la luz hasta llegar a “El Astronauta”, una canción sobre la redención y el poder del amor.
Comienza con “Detrás del espejo”, que cuenta la historia de un amor maldito: una relación que, por terminar abruptamente, maldice a sus protagonistas y no los deja seguir adelante con sus vidas. Para romper la maldición hay que volver a encontrarse “detrás del espejo”, es decir, “en un no-lugar aislado del tiempo y el espacio, pero también más allá del ego y el orgullo”, dice Campos.
El octavo y último track es “El Astronauta”, el más espiritual del disco, un relato sobre alguien que deja atrás el sufrimiento y se eleva en el amor, cerrando con la frase ‘‘ya tu cuerpo venció a la oscuridad”.
Como bailan los demás fue escrito mayoritariamente entre marzo y mayo de 2020, en apenas tres meses, lapso en el que Campos pasó de vivir en Madrid a volverse a Buenos Aires a raíz de la pandemia, escribiendo durante todo el proceso. La composición está atravesada por el uso de Ableton Live para componer (lo cual le imprimió un ADN más electrónico al disco).
Sonoramente, es un vitraux en el que convergen baterías electrónicas y acústicas, arreglos de cuerdas, sintetizadores oscuros y profundos, guitarras eléctricas, bajos con presencia y arreglos vocales eclécticos. La producción fue hecha junto a Matías Cella, y Laucha Rico Gómez coprodujo dos tracks (“Ama” y “Secretos”). La masterización fue de Eduardo Bergallo y el arte de los singles y de la tapa del álbum obra de Matías Salgado, artista argentino radicado en Holanda.