Fecha de lanzamiento: 2 de diciembre de 2016
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Pocas cosas son tan refrescantes como la honestidad de un artista, y mucho más en una época en la que todos parecerían estar perdidamente enamorados de su trabajo y escasean de conciencia sobre sí mismos. El productor de música electrónica y canadiense Joel Zimmerman, más conocido como Deadmau5, fue una excepción que trajo alivio: soltó en Twitter una frase lapidaria acerca de su octavo álbum: “Ni siquiera a mí me gusta”, “Fue tan apurado y abofeteado”. A pesar de ser el primero que lanza con su nueva discográfica, hay algo acerca de cómo se terminó ensamblando que lo incomodó. “No estoy satisfecho con cómo se trabajó de principio a fin. No es correlativo. Yo quería una bomba revienta cráneos y no salió eso, estoy decepcionado”. Sin embargo, hay dos temas por rescatar (él también coincide) en este trabajo que mezcla trance con disco de los 80: Snowcone y No Problem. Con riffs, bajos, arpas y acordes muy eléctricos, suena como mezcla de tecno psicodélico. “¿Por qué sacás un álbum que no te gusta? ¿Fuiste forzado de alguna manera?”, preguntó un fan en las redes. “Tengo cuentas a pagar delirantes”, respondió Zimmerman sin muchas vueltas.