La ebullición de las redes sociales, la pandemia y la vorágine de la industria de la música en la actualidad son algunos de los factores que hicieron que la industria evolucione. Damián Amato, líder de Sony Music Sur, es uno de los profesionales con mayor protagonismo en el diseño de ese juego. Codo a codo de los artistas más importantes del país y la región, destaca: «Si le puse la pasión que tenía que tener, voy a estar contento. Si los resultados me acompañan, mejor. Uno no tiene el control sobre la gente y en la industria de hoy cada vez más la gente es quien manda».
Por Santiago Torres
¿Qué evaluación hacés de este momento?
Fue muy complicado todo lo que vino pasando. Hace un año y medio la dinámica cambió. Me parece que el futuro va a ser diferente, no creo que sea igual a como estábamos antes de la pandemia, veremos cómo evoluciona.
¿Es cierto que uno de los grandes ganadores dentro de todo lo malo fueron las discográficas?
Considero que si hay algo de verdad, es que es un gran momento para el streaming en sí. Tuvo un gran crecimiento y va a crecer mucho más. Los productores de contenido también crecieron con el crecimiento del streaming. La industria sí, a pesar de que a comienzos de la pandemia el miedo era la caída de suscriptores, creo que se sostuvo, se incrementó, creció el consumo de música también y cambió la dinámica. Al no poder salir de gira, hubo una mayor cantidad de lanzamientos y más contenido. La demanda de la gente con más tiempo en las casas por no poder salir con normalidad provocó una oferta de música, películas y libros. El arte y entretenimiento para venta de contenidos en streaming se vieron fortalecidos, no así los artistas y sus equipos en lo que al negocio del Live entertainment se refiere y eso fue un impacto muy grande.
¿Hoy los artistas argentinos son más globales?
Desde ya. Hoy las redes sociales juegan un papel fundamental y las plataformas digitales también. Sí están YouTube, Spotify, pero creo que también hay redes sociales donde la gente interactúa usando música como parte del juego, como Instagram o TikTok. Más allá de lo que pasa en Facebook también que ya existía hace un tiempo. Es otra interacción. Así que la música trasciende más allá del país de una forma más acelerada que en otro momento. La audiencia hoy está en todos lados porque sabemos que al cruzarse un artista como Nicki Nicole con un artista español, por ejemplo, viaja a una velocidad que antes no sucedía.
“Uno espera que los artistas más jóvenes valoren a los íconos”
¿Cómo vive la compañía la llegada de TINI a Sony Latin?
Sin duda es un acierto, es una tremenda artista, muy muy talentosa. Su llegada a Sony es trabajo de Afo y del equipo regional de Sony que trajo a TINI a la compañía a través de un acuerdo con Hollywood Records, que es su compañía original. Empezamos a tener un día a día intenso con ella y su equipo para lograr los mejores resultados. Recién es el segundo tema, pero sí vamos con mucha energía y pasión con ella. Si hay una artista argentina con potencial para llevar la bandera por el mundo es TINI.
¿Cómo se gana una negociación así?
La verdad que no tengo los detalles y tampoco creo que me corresponde a mí contarlos. A veces son situaciones que suceden y otras son decisiones de los artistas. No importa en qué compañía estés, estás atento a los artistas en general y si te enterás que alguno está disconforme o que busca una nueva oportunidad en otro lado, uno lo va a tener en cuenta al salir a buscar. No sé por dónde pasó su decisión, no quiero hablar por ella. Es una tremenda artista de un enorme potencial, es una gran alegría que esté en la familia Sony.
¿Notás una nueva generación de ejecutivos?
Que la industria vuelva a tener un crecimiento y haya pasado los momentos más difíciles – piratería y todo lo complicado del formato físico – provocó que haya más ejecutivos y más cuadros con mucho potencial a futuro, sin duda.
¿Cómo se insertan dentro del mercado emprendimientos como los de Walter Kolm, Pepo, Lauría o Rimas?
Muchas de las que nombraste son aliados estratégicos de Sony. Lo de Fede Lauría lo veníamos charlando desde que el decidió encarar su sello, y siempre apoye esa iniciativa. Pepo también es un amigo, un gran compañero y un referente en Management, lo mismo Walter Kolm otro crack, son todas personas de gran trayectoria. Son ejecutivos de compañía devenidos en entrepreneurs muy exitosos.
En Nicki se ve un trabajo de Sony y Lauria en conjunto, ¿cómo son esos acuerdos?
Son formatos de acuerdos, pero no es un acuerdo diferente a lo que eran otros tiempos. Es una alianza estratégica entre Dale Play y Sony. De ahí surge lo que puede suceder con determinados artistas o proyectos entre ambos. Que se juegue en equipo. Pero no hay nada innovador en el acuerdo más allá del acuerdo en sí y la forma de apoyarnos mutuamente para lograr los objetivos. Puede ser innovador, pero no inventamos ningún modelo de negocios.
¿Te colgás la medalla de que fuiste el último Artists and Repertoire (A&R) de la última década?
No, para arrancar, yo no me siento un A&R. Me considero un ejecutivo de compañía con mucha experiencia y buen vínculo con los artistas. A&R no soy, nunca lo fui. Lo agradezco un montón, pero no me puedo colgar esa medalla. A&R es mi jefe, un profesional enorme. Yo siento que hoy cualquier persona que pueda tener un olfato y sentir la música, tiene algo de un A&R. Creo que lo que pasó acá en la última década es que como compañía hemos apostado a los talentos y seguimos apostando. Hemos firmado a muchísimos artistas nuevos, seguimos firmando. Ayer firmé a un chico muy joven también. Creo que es parte del juego, de lo que tenemos que hacer, es mi trabajo.
Pero viste esa transición de que en Argentina se empiecen a firmar muchos artistas y esa expectativa también…
Es que está buenísimo y siento que en nosotros esa impronta nunca paró. Sí tal vez en el último tiempo, sobre todo en el género urbano, se empezaron a armar esos hubs creativos de productores, artistas, que más allá de que son muy talentosos son muy generosos entre sí. Fifty One, Big One, FMK – que es artista nuestro -, Rusher, Lit Killah, Tiago, Duki, MYA, Emilia. También ocurre lo mismo con Trueno y su equipo, que están teniendo un crecimiento orgánico maravilloso trabajando en conjunto con nosotros. Mismo caso en Chile para Deep Music y sus artistas.
No importa con qué compañía estén, tienen esa relación de ir y venir, trabajar en equipo. El mundo artístico nuevo es muy generoso entre sí, comparten audiencias y se apoyan entre todos, se empujan los proyectos. Eso permite que la música argentina empiece a tener otra preponderancia. Antes, era más difícil en el mundo del rock porque era un mundo más de bandas, las bandas propias. No se juntaban en el estudio a compartir una ranchada, las bandas rancheaban entre sí mismas. No se generaba esa comunión. Era más difícil, el mundo de las bandas es un mundo de las bandas y el de solistas es un mundo de solistas.
MYA, por ejemplo, se los ve más incluidos ahora…
Sí, pero ellos siempre fueron muy pro establecer vínculos con otros artistas. Pero es un proceso, al principio pasaba que en lo urbano estaba MUEVA, Neuen, distintos hubs que no interactúan entre sí. Hoy interactúan entre sí y creo que eso le da a la música la fuerza que está teniendo, y a los artistas argentinos. Ojalá siga sucediendo. Se van integrando, TINI con María – y entra a jugar en ese hub -; LALI con FMK y Big para componer “Ladrón” y entra Cazzu. Empiezan a integrarse otros artistas. Algunos estaban bastante establecidos antes de este fenómeno, y se están integrando. Las cosas van sucediendo. Los MYA, o Luck Ra – del mundo de los streamers, otro mundo – son músicos muy buenos que empiezan a jugar entre sí. El desafío es muy interesante.
¿Creés que hay demasiados lanzamientos?
Hay que partir de que no podemos cambiar el mundo. Estratégicamente le podemos decir a un artista “esperá un poco para sacar tal canción porque tenés una canción que todavía funciona muy bien”, por ejemplo. Pero la dinámica hoy cambió, uno no puede ir contra la tendencia porque lamentablemente te lleva puesto. La tendencia es que el contenido vaya saliendo en una dinámica mucho más rápida que dos años atrás, antes de la pandemia. Es muy difícil para todos, para los artistas, para mí, desandar ese camino.
Creo que la pos pandemia – que ya estamos empezando a vivir – va a ser muy distinta a la pandemia y la previa. El camino va a ser otro, esto es hacer futurología, pero creo que van a convivir más los ciclos. El lanzamiento (que un artista saque un tema, otro, el disco), el vivo (se iba de gira y no tiraba mucho contenido porque no tiene tiempo). Mi visión es que se viene un modelo híbrido. Creo que durante el ciclo del vivo, se van a ir lanzando nuevas canciones enriqueciendo ese vivo, por ejemplo. Todo va a terminar siendo un círculo virtuoso desde el punto de vista de negocios, tanto para la compañía como el artista. Pero con una dinámica mucho más rápida a la que veníamos antes de la pandemia.
¿Y las nuevas tendencias como los NFT? Se abren puertas todo el tiempo…
Es todo muy dinámico. Hay que estar atentos a los cambios y ver qué pasa. En otra época, uno tardaba más en darse cuenta si iban a funcionar las cosas nuevas que aparecían. Creo que hay que tomar todo con mucha atención y ver qué puertas se abren y son sustentables en el tiempo y cuáles no, o cuáles no se abren del todo.
¿Es pensar estratégicamente y ganarle a la ansiedad?
Definitivamente que hay que estar atentos. Saber cuándo jugar y cuándo no. Es preferible entender la dinámica de lo nuevo quizás. No quedarse afuera, ser proactivo e intentar entenderlo. Pero no tomar decisiones apresuradas.
¿Cómo se mide la performance de un artista?
Es otra forma de consumo, uno tiene que analizar donde está jugando el partido. Las plataformas digitales tienen una mayor cantidad de gente joven escuchando y con una frecuencia mucho mayor que la gente adulta. Es una interacción diferente, pero no quiere decir que no se consuma música de Abel, Sole, Spinetta, Fito, Vicentico, es de otra forma. Probablemente, si te ponés a analizar, Abel Pintos tiene una cantidad de streams enorme, pero con todo su catálogo de canciones tiene muchísimos streams en grande. Pero es diferente a un artista juvenil con un hit con muchos streams.
¿Y firmás a todos con esperanzas de entrar en los Hot 100?
No, a veces firmás artistas jóvenes con quien no vas a tener una explosión, un Top 100 de Spotify, Billboard o radiodifusión. Tenemos artistas como Zoe Gotusso o Santi Celli, que tienen otra impronta y apuntan a otro lado. Lo mismo con Louta, es otro tipo de artista, otro perfil. Buscamos encontrar en Zoe, Santi, Florián el próximo Vicentico, Cerati o Abel Pintos.
Carreras de largo…
Exactamente. Igual, siempre les hablo a los artistas jóvenes de no tomar su carrera artística como si fuera una carrera de 100 mts, sino una carrera de 42 kilómetros. Hay que regular la intesidad para sostenerse en el tiempo de manera exitosa.
¿Cómo se trabajan proyectos de artistas icónicos como Fito, David Lebón, Gustavo Santaolalla?
Los íconos son íconos. No sentiría que estoy haciendo bien mi trabajo si no prestara atención a la carrera de Fito, Palito Ortega o Charly García. El proyecto que hicimos con David, más allá de su agradecimiento eterno a la compañía, fue más una necesidad nuestra. Si no estaba haciendo eso, no hacía mi trabajo bien. David representa un pedazo enorme en la música argentina. O con Luis también, lo que hacemos con el catálogo de Spinetta y su familia, ahora encontramos una cinta de Invisible y la estamos trabajando con la familia. Es parte de nuestra historia y cultura. Uno espera que los chicos jóvenes valoren a estos artistas, pero no lo hacemos por eso, sino porque merecen ese lugar los artistas.
¿Sole o Abel entran en esa mesa?
Sí, está clarísimo que son mega estrellas los dos. Quizá hablamos de íconos para hablar de artistas que tienen más de 50. Ambos están lejos de esa edad, pero son dos gigantes, dos superestrellas de verdad. Sin dudas son íconos enormes. Los dos artistas más importantes de la música popular argentina hoy.
¿Cómo ves el futuro de la electrónica con el regreso de las fiestas?
La electrónica para mí está siempre, no siento que haya perdido vigencia. Tal vez, nosotros en Argentina tuvimos situaciones complicadas puntuales que generaron que no haya tanto escenario, en determinadas fiestas. Pero está presente en el mundo, en los festivales. Creo que se retrajo el consumo por estas situaciones puntuales, pero no creo que impida que vuelva.
¿Creés que perdió lugar con el auge de la música latina?
Puede ser, pero ahí pasa a ser algo circunstancial. Siento que la música latina llegó para quedarse en el mundo de la globalización. No es que se puso de moda. Creo que está teniendo un momento muy importante, sí. Tampoco se fue Calvin Harris o la electrónica, vas a Las Vegas o a Tomorrowland y las entradas para las fiestas esta agotadas siempre mas allá de su alto valor. Hay que saber diferenciar algo que está creciendo – la música latina – de algo que haya venido a reemplazar otra cosa. Va a seguir estando.
Dicen que la gran diferencia de esta generación con las anteriores es no solo la velocidad para llegar a la popularidad, sino también para ganar dinero…
Creo que son distintos los tiempos. Quizá muchos de estos artistas pueden ganar por streams y no por shows; y quizá los íconos ganan más por los shows. Pero son momentos. En algún momento, siento que más tarde o más temprano va a haber más gente escuchando música por Spotify, YouTube. En la medida en que esa gente esté incorporada en las plataformas, también va a haber una mayor escucha de la música más contemporánea a nosotros. También va a suceder que muchos de estos artistas más fuertes en las plataformas y no tanto en los vivos generen un crecimiento en los vivos y se empareje la relación. Desde mi opinion, es un tema de tiempos.
¿Celebrás el market-share y el éxito?
Sin duda uno celebra. Uno dedica pasión y emoción al trabajo y que los resultados se den da mucha alegría. Es importante lograr los objetivos, pero uno no siempre puede pensar que se van a dar. Uno hace lo mejor para que los resultados se den y si se logran buenísimo, sino hay que aprender a corregir errores para volver a la senda de meter más goles.
Streams, nominaciones, market share, ¿el semáforo cuál es?
No es un semáforo. No mediría el market share de un año a otro, hay que ver si tuviste lanzamientos, o no. Hay que estar pendiente, pero no es el único y máximo indicador. Es un todo. Lo más importante al evaluarme es que lo hago más por el grado de pasión que le puse a mi trabajo. Si le puse la pasión que tenía que tener, voy a estar contento. Si los resultados me acompañan, mejor. A veces sale bien, a veces no, pero son cosas que pasan. Uno no tiene el control sobre la gente y en la industria de hoy, cada vez más, la gente es quien manda. La que hace click si una canción le gusta o no. La gente se conecta con el artista o no. Si no conecta, no es culpa de nadie, hay que buscar cosas distintas o ver si nos equivocamos en el proceso de comunicación de esa obra o esa canción.
¿Cerca de los 15 años nos definimos musicalmente?
No sé. No siento que haya una fórmula. Siento que la adolescencia se caracteriza por ser un período de rebeldía, crecimiento, dolor, corte, adolece el crecimiento. Cada generación fue abrazando ciertos artistas y géneros. Mi generación abrazó a Sex Pistols, Los Ramones, The Clash. Hoy por hoy, siento que el trap ocupó ese lugar. Muchas veces lo he hablado con Neo Pistea, que le digo que es el más punk de todos. Es un tema de actitud. Por eso lo veo desde ese lugar. No sé si la hipótesis es correcta o no, me parece súper válida. Siento que cada generación abraza determinados géneros, han pasado otros artistas y géneros que han tenido ese impulso.
¿Dónde está el rock?
Creo que la pandemia puso pausa a un proceso que venía apareciendo en Argentina. Había muchísimas bandas de rock nuevas, de chicos muy jóvenes con mucho potencial. La ausencia del vivo puso una pequeña pausa, pero no tengo dudas que el crecimiento se va a dar. Para mí, Conociendo Rusia es la banda de rock nueva con más peso.
¿Tiene que ver el auge de los solistas con la disminución de bandas?
Es diferente, pero como también es diferente el estilo de música que elijas. No es lo mismo componer canciones, que hacerlo con la bajada de línea específica llena de contenido ideológico del rock. El rock siempre tuvo un carácter ideológico muy potente, al no tener un vivo eso se pierde. Sin el vivo es difícil de imaginar un crecimiento porque la conexión de las bandas o los solistas con banda se da ahí.
¿Por qué crees que los artistas nuevos armaron bandas con instrumentistas para tocar en vivo en vez de usar las pistas del estudio?
Sabemos que en el vivo el sonido te tiene que pegar en el pecho, sino no funciona. Celebro cuando veo un buen ensayo de FMK o Rusher con banda. O un show de TINI o Lali con banda. Celebro eso porque es como tiene que ser. Probablemente en el audio de la grabación de la canción el sonido mejore en base a beats, pero en el vivo necesitás esa potencia. No sé si te diste cuenta ahora con el regreso a los shows, pero se extrañaba esa patada al pecho del sonido. Siento que sin duda el rock va a tener más artistas en el corto plazo o más bandas que muestren una presencia más importante del género en lo nuevo.