Después de una arenga desde el escenario y de los primeros gritos tropicales, Pablo Lescano sale al escenario y lo único que dice es “cumbia”. Es, definitivamente el rey de la tarde y la idea de la convocatoria del festival se fundamenta desde el primer acorde de teclado. Es más, el baile masivo que provoca el quinteto que presenta Damas Gratis hace dudar a la programación sobre una próxima invitación. Que Lescano cierre; cantan todos, bailan todas. Y al revés también.
Pablito disfruta el momento y conduce pequeñas chicanas al perfil de público que ve desde el Stage 2: “Las manos de todos los negros arriba”, “El que no salta es un concheto”, más esa de manejar el patrullero. Mientras pide que se abra un círculo entre el pogo, aparece un cartel en primer plano: “Lana gratis” y del otro lado “Damas del rey”. El cruce estético de la segunda fecha está planteado. De la cumbia al pop, de Pablo a Lana. ¿Habrá foto?
Las saben todas. Cuando arranca “Tu tatú”, dos chicas se levantan sus remeras de fútbol americano y se miran los suyos, con “Laura” los grupos que están un tanto separados del escenario van para abajo, “El humo de mi fasito” genera varias risas cómplices, “100% industria argentina” trae el ska fiestero y el homenaje a la Mona Giménez con “Quién se ha tomado todo el vino” quiebra caderas y la rubia que va en busca de su Coca Cola hace el gesto con la mano. Va y viene su palma, gira la muñeca, se ríe.-
“Agradezcámosle a Dios que haya salido el sol para que toque Damas Gratis”, dice su líder. El creador de la cumbia villera lleva cargada esa mística, lo que pide se multiplica. No sólo no llovió a media tarde sino que cuando el predio comenzó su retirada los rayos que se veían desde el Río de La Plata aún estaban bastante lejos.
Hola @LanaDelRey mañana nos sacamos una foto en el #LollapaloozaArgentina dale copate.
— Pablo Lescano (@pablitolescano) 16 de marzo de 2018