Luego de una pandemia que los obligó a dejar los escenarios para presentar Jueves (2019), la banda uruguaya comienza un nuevo ciclo hacia su próximo trabajo con «Fiesta en lo del Dr. Hermes». El single es el primer asomo de una creatividad enriquecida por el aislamiento, fue producido por Eduardo Cabra (Visitante), conjuga la realidad con lo fantástico.
La canción llega con un videoclip inspirado en la literatura de Mario Lebrero, co-creado y dirigido por Cali Ameglio, director de Salado Films. Ambienta una fiesta que cobra vida dejando entrever los nexos, los ambientes y los laberintos por los que transita el poder. Los de afuera y los de adentro, intercambiables, afines y opuestos, tienen lugar en esta fiesta a la que todos quieren pertenecer de una forma u otra.
¿Todos los días le metés al estudio?
Roberto Musso: generalmente, en la gira no puedo componer. Soy muy rutinario y estructurado, entonces aprovecho el tiempo en Montevideo en casa. El 2020 me agarró con ese tiempo multiplicado por mil.
¡Va quedando atrás la película de terror y vuelven los shows!
Parece que sí. A fin de mes tenemos tres fechas grandes en el Antel Arena, que es como su Movistar Arena. Fue nuestra última fecha en 2019, ahora aprovechando los pocos casos, se habilitó con aforo limitado y protocolo, pero ya agotamos dos funciones y agregamos una más para el 31 de octubre. La gente está con hambre de ir a ver shows.
¿Cómo los agarró la pandemia?
En marzo del 2020 habíamos presentado Jueves acá en el Antel Arena, hicimos un show en el Luna Park, nos fuimos a Chile, después al Vive Latino en México con 40.000 personas cantando las canciones, un show redondo. Fue un buen último show. Esa misma noche, saltaron los primeros casos y tuvimos que cancelar la gira. Teníamos tres teatros sold out en Costa Rica y demás.
¿Cómo los afectó económicamente?
Nos golpeó a todos, pero mucho más a la gente que trabaja con nosotros de equipo técnico. Somos cinco músicos, pero en giras viajamos once personas. Toda esa gente que cobra por shows se quedó sin ingresos, fue complicado. Hubo mucha gente que sufrió el tema sanitario específicamente, obviamente económicamente también, y la salud psicológica, pero nosotros tuvimos una gran puerta de escape con la posibilidad de componer. Teníamos un arma de trabajo, una vía de escape e invertimos el tiempo en algo que más adelante iban a ser canciones.
¿Se puede vivir mejor siendo músico hoy? A diferencia de diez, veinte años atrás…
Eso cambia muchísimo según quiénes sean los dueños de tus grabaciones. Nosotros tenemos varios discos con multinacionales que invirtieron plata para la grabación, pero que te dan muy poco porcentaje de regalías. Raro es nuestro disco más emblemático y somos nosotros los dueños, la ganancia es 100% para nosotros. Así que depende de la relación contractual con tu obra. De todas maneras, el porcentaje de la mayoría de artistas debe ser el 90% la venta de tickets y 10% lo otro, más o menos, no sé si me quedo corto.
¿Sentís que hoy las frontereas están más difusas para tocar en festivales y otras iniciativas?
Sí, sobre todo para los que estamos girando hace mucho tiempo. Con el streaming y las redes, ha decantado el «de dónde venís». La cuestión es que no deja de ser un tema el traslado y el show sigue siendo el elemento más importante de facturación, trasladar a la banda es una cuestión física costosa. El lugar de origen para una banda que – como nosotros que estamos lejos de todo – es decisivo en ese sentido.
¿Hay más cantidad de músicos surgiendo en Uruguay o las redes están visualizando?
Creo que las redes ayudan a visualizar porque Uruguay siempre tuvo un montón de artistas. Acá el mercado es chiquito, hay población y avejentada, no es la que consume música en vivo. Lo habitual siempre fue mirar a Argentina, a la otra orilla, y más tímidamente Latinoamérica. Uruguay es un container de un montón de artistas muy variado, desde cantautores a músicos de música electrónica. Igual, sigue siendo muy difícil para un artista nuevo hacer el salto, eso sigue bastante parecido.
El nuevo single adelanta lo que viene y consolida el sonido del cuarteto, ¿cuál es la fórmula para innovar sin repetirse?
Consolida el no saber para dónde va el Cuarteto. Tenemos a todos los fans curados de espanto ya, se esperan cualquier cosa. Poder seguir sorprendiéndolos es un reto y un orgullo enorme. Los fans han adoptado un desafío en forma de juego. Con «Fiesta en lo del Dr. Hermes» grabamos unas ocho canciones que vienen por ese lado, en pandemia, después de la gira pandémica. Creo que se encontró un lugar de varios temas para tratar que, si bien podían existir hace años, la pandemia los acentuó. En este tema está el asunto de la conspiración, de la paranoia. La pandemia lo acentuó y está volando en la canción. Está inserta en ese concepto. A nivel musical es raro y medio poco convencional, un hip hop cancino que no termina de explotar. A mi me gustaba que siga, que no suba y baje; y a esas tres cuartas partes de la canción sorprende.
Y las letras, ¿hasta cuándo puede uno ser sofisticado e intelectual sin perder popularidad?
A mí me sigue sorprendiendo y estoy súper orgulloso por los fans. Ver los comentarios de YouTube y el vuelo intelectual e imaginativo de la gente especulando con teorías de la canción es emocionante. Te contesto que sí, la bara intelectual o imaginativa se puede seguir subiendo, es a lo que aspiramos. En los shows, por más complicada que sea la canción, la gente la canta de principio a fin. Redoblar la apuesta es a lo que vamos y nos gusta.
¿Cómo convivís con los chicos que comparten charts con vos?
Creo que demasiado bien porque no lo pensamos, no lo tenemos presente ni lo cuestionamos. Es natural, ha pasado desde hace muchísimo tiempo con nuestras canciones. Siempre se ha involucrado gente bastante menor que nosotros. Hoy por hoy, la mayoría de nuestro público debe ser menor de 20 años. Lo tomamos como natural, no tengo la explicación, si la busco probablemente saquemos un tema y deje de funcionar.
¿Te ves arriba del escenario para siempre?
No, creo que hay una fecha de expiración en el físico. Igual, siempre he considerado a la composición mi punto artístico fuerte. No me imagino no componiendo canciones, es una necesidad fisiológica que tengo; pero el escenario, las giras, deben tener una fecha de expiración. Va a llegar antes que las ganas de dejar de hacer canciones. Si me preguntabas hace 10 años, te decía que no iba a estar tocando, así que no contesto más nada.
¿Cómo te llevás con componer para terceros?
¿Sabés que no lo veo para mí? Soy muy particular también para la composición grupal. E individual, no funciono ni en grupo ni conmigo mismo. Agarro el concepto de lo que quiero escribir y me voy de lleno con letra, arreglos, todo junto. Si me invitan o compongo en grupo, me cuesta un montón. Siempre fui de trabajar solitariamente.
¿Cómo se llevan El Cuarteto y los NFT?
Estuvimos estudiándolo cuando recién salió. El Cuarteto identifica que los fans esperan salir con algo raro. El vinilo de Raro era una prueba pendiente y se lo devoraron. Pensamos el paso del NFT incluso, pero quedó en el método tradicional. Lo estamos evaluando, sí.
¿El artista más grande de Uruguay?
Me ponés en un gran aprieto. Voy cambiando. Si me das a elegir, aunque ahora estuve reviendo la literatura, el videoclip lo basamos en un autor que no tuvo tanto marketing como los grandes uruguayos: Mario Lebrero. Es uno de los mejores o el mejor escritor uruguayo de todos los tiempos, pero no soy objetivo, soy un gran consumidor de ciencia ficción, novelas de hiperrealidad y esa onda. Eso en el arte literario, de lo otro no te sé decir.
Cuando escuchás las letras de las más populares, ¿qué pensás?
Creo que hay de todo. Hay letras en las cuales no hay mucho trabajo detrás, que el foco está más en la melodía o un buen efecto. Otros casos, diferentes a cómo escribo – muchas palabras, mucho lenguaje para llegar a una idea – veo que otro colega lo hace con una s´´intesis envidiable. Ahí los admiro mucho. Me parece genial y a veces busco sintetizar una canción, pero sé que soy de las personas que preciso de muchas palabras para transmitir una idea a un ser humano.
La chispa que encendió esta última canción quiere hablar de los dos bandos que estamos teniendo y de cómo llega un momento en la fiesta donde los invitados y los excluidos se encuentran echándose culpas de lado a lado. Esa grieta que es el perímentro de la fiesta del doctor. Los que están adentro que dicen que los de afuera quieren entrar para estar en el poder y los que están afuera son los que dicen que es todo por amiguismo, nepotismo. No se sabe lo que pasa después. Eso lo quería hacer con la mínima cantidad de palabras posibles, tiene muchas menos que otras canciones de Cuarteto de Nos.
¿Colaborarías con exponentes actuales como Peke o Mesita?
Si todo nace de una base artística y no meramente de cruzamiento de seguidores por likes y views, sí. Si nos juntamos a ver qué pasa, se me hace cuesta arriba. Si matara por hacer un tema con tal o viceversa, seguro, pero tiene que partir de ese lugar.
¿Sentís el respeto de las nuevas generaciones?
Sí, gente muchísimo más joven, de diferentes géneros. Me he topado con muchos cultores a los que les parece súper interesante la forma de componer del Cuarteto. Describir situaciones, personajes. Me siento súper respetado. Incluso en casa, que lo más difícil es «ser profeta en tierra propia».