Mateo Sujatovich es Conociendo Rusia. La música se respira en lo de Sujetovich desde siempre. Hijo de Leo Sujatovich, tecladista de Spinetta Jade, Mateo está atravesado por el rock argentino. Es un defensor de la canción: «Lo nuevo está un poco out de cantar y hacer canciones», confirma.
A pesar de cancelar su función de mayo en el Gran Rex por fuerza mayor, el Ruso salió adelante: ofreció un show por streaming y lanzó un tema con su ídolo, Fito Páez. «Tu Encanto». El single ingresó al Billboard Argentina Hot 100, concediéndole así su primera entrada. Recientemente, recibió tres nominaciones a los Premios Latin Grammy: Mejor Nuevo Artista, Mejor Álbum Pop Rock, por Cabildo y Juramento y Mejor Canción Pop Rock por «Quiero Que Me Llames».
Producido por Nico Cotton, Cabildo y Juramento está cobrando un nivel de clásico. Su ópera prima homónima – Conociendo Rusia – le gusta, pero considera su último trabajo discográfico una «evolución natural». Asimismo, apunta al futuro con esperanzas: «Le había ido muy bien al primero, no tenía idea de qué hacer en el segundo y salió bueno. Entonces, no sé qué será de mi próximo disco, pero confío que saldrá bueno como los anteriores»», confiesa.
Conociendo Rusia tuvo un buen año
Un año fuerte, con muchas movidas del barco y con sorpresas en el medio. Hubo que tirar las cartas de nuevo y planificar de cero, pero de repente nos encontramos con sorpresas que estuvieron buenas también.
Te felicito por el ingreso de «Tu Encanto» a nuestro Hot 100. Hay pocas canciones con guitarras
Qué bueno, muchas gracias.
Todos coincidimos en que llevás la bandera del rock nacional, has modernizado ahí.
Bien, me llevo bien. La verdad es que a mí me gusta mucho la música. Toda la música. Después, quizás me quedo con algunos artistsa en particular de cada género. Pero soy como esas personas que comen de todo. Como de todo, pero me gustan los que cocinan bien. Voy a todo, pero me quedo con algunos géneros quizás no tan cercanos a los míos que me gustan específicamente algunas cositas en particular y no es que escucho todo todo el tiempo.
¿Creés que vas a evolucionar en tu estilo?
Yo me siento muy adentro del rock y del pop. Son los que más me influyeron en la escucha, en mi vida. Aprendí a hacer música desde ese lugar. Gracias a las composiciones, los artistas, los cantantes. Me interesa armonía, melodía, ritmo, cantar, que haya algo interesante con la guitarra. Son todos elementos que encuentro en estos géneros y probablemente mi música evolucione y se mueva dentro de ese género.
Los que te conocemos hace tiempo creíamos que estabas con Bandalos, Indios, Louta… Pero este año recibiste un reconocimiento inmediato de la industria, ¿te sorprendió la velocidad con la que el público aceptó a Conociendo Rusia?
Sí, mucha sorpresa. Todo es mucha sorpresa, la verdad. En muy poco tiempo recibí el aval, la derecha, el reconocimiento de los colegas y de algunos referentes. Son cosas tremendas y muy lindas. En general, para lo mejor que me sirve es que me da fuerza. Está bueno, pero sigo en la mía.
El reconocimiento viene estrictamente de lo musical. Hace mucho no pasaba.
Creo que no conozco tantos músicos que sean reconocidos por otras cosas. Quizás hay actores-músicos, pero en general el músico se hace conocido por su música y es medio de la nada también. Más peinado, de a poquito. En estos tiempos, cuando tenés algo para mostrar se muestra por todos lados. Plataforma, le gusta a alguien y se da el boca a boca. Al poco tiempo, te podés hacer un poco conocido. Mi escala de reconocimiento obviamente a mí me sorprendió y me encanta. A veces me preguntan porqué pasó. Pero lo mejor de todo es que no hay respuestas. No hay cálculos ni recetas.
Yo creo que faltaba esa canción. «Cabildo y Juramento» hizo que muchos respiraban.
Puede ser, totalmente. Siempre, cuando parece que algo va contra la marea viene bien. Genera un aire nuevo. Pero a la vez, no sé. Tienen que estar buenas las canciones, tiene que pasar algo para que convoque, que haga que la oreja de la persona se sienta seducida por la canción. No hay mucha receta, podés hacer mil canciones y que no pase nada o viceversa.
¿Cuánto te costó hacerCabildo y Juramento?
Fue un disco que en un punto me llevó muchos años poder hacerlo porque tenía la ilusión, ganas, de hacer ese disco. Pero no tenía canciones, no me animaba a componer, no componía para mí. Era algo que se me hacía difícil afrontar. Pero fue una decisión más que nada, dije: «Es ahora o nunca». Tenía quizás dos o tres canciones hechas en el último tiempo, que me gustaban y sirvieron de envión para hacerlo. Fui a buscar una sociedad y un productor. Nico Btesh, el productor del primer disco. Le dije, «Vos y yo vamos a hacer un disco, quedemos una vez por semana, yo traigo canciones». En ese compromiso encontré un andar. Solo no iba a poder. Yo estaba enloquecido, grabando, maqueteando, componiendo. Veía que mi vida se estaba transformando en lo que más me gusta, hacer canciones. Íbamos armando una estética que estaba buena. Se iba armando que yo decía: «Esto soy yo, está bueno». Y después me encargué de hacer la tapa, la estética, ponerle nombre. Tenía mucha fuerza para hacerlo y me divirtió mucho hacerlo. Es un disco divertido, distintos climas, una tapa colorida, un look bizarro. Fue un disco que a mí me divirtió y lo hice con mucho compromiso. Y muy solo también.
¿Por qué Conociendo Rusia y no Mateo?
Me gustó el juego de palabras. A mí me dicen el Ruso hace un montón. Mi apellido es muy largo, pensé ponerle solo Mateo, el Ruso, Conociendo al Ruso, Conociendo Rusia y ahí dije es por ahí. Me flasheé.
Cuando sale una noticia que tiene que ver con Rusia, ¿te interpela?, ¿fuiste a Rusia?
Le pasa más a la gente que a mí. A veces, ni me doy cuenta. La gente me dice: «Che, ¿viste la vacuna rusa»?. Estuve por ir el año del mundial, justo saqué el proyecto, pero no fui. Voy a ir, obvio.
Hiciste el concierto para todo el mundo, ¿cómo te llevaste con este modelo sin público?
En el momento de hacerlo fue difícil porque fue una experiencia nueva. Estábamos atravesando la pandemia en un momento bastante incierto. Se venía el invierno o andábamos en esa. Hoy en día, lo veo en YouTube y me encanta. Me gusta mucho lo que hicimos. Pero fue difícil. Yo estaba muy decidido a tocar y hacerlo lo antes posible, sabía que la gente lo necesitaba.
Hablando de presión: ¿Cómo jugó la familia? y, ¿cómo manejás la presión del próximo álbum?
Con ciclos. Donde me siento un poco más presionado por mí. Yo no recibo presión del sello ni de nadie, voy a mi bola. Pero me gusta superarme, ir un poco más adelante. Fue difícil hacer Cabildo y Juramento también. Le había ido muy bien al primero, no tenía ni idea de qué hacer en el segundo. Y salió bueno. Entonces, no sé qué será de mi próximo disco, pero confío que saldrá bueno como los anteriores.
¿No sentís que Cabildo y Juramento está un escalón mucho más arriba que tu opera prima?
No, lo siento mejor. Distinto y naturalmente evolucionado. Es un disco en otro contexto. El primer disco lo hice por mí y por sacarme de encima un peso personal que era hacer un disco y Cabildo y Juramento es parte de la carrera de un músico: un tipo que quiere sostener y hacer avanzar un proyecto. Son dos momentos completamente diferentes. El primero me gusta mucho musicalmente, Cabildo y Juramento me gusta un poco más y pude plasmar más mis posibilidades como músico.
¿Manejás fechas para lo que viene?
Creo que se viene el año que viene. Este año me queda una bombita para tirar.
¿Qué le dirías a los pibes que hacen beats y se están perdiendo la relación con el instrumento tradicional?
Creo que cada uno tiene que encontrar su lugar, su receta. Si es haciendo beats, es por ahí. Si un día le pasa algo con el piano, le va a pasar. No hay que forzar mucho eso. Hasta llegar a la guitarra, yo hice piano, dejé. Batería, pero dejé. Con la guitarra me encontré. Pero cada uno va encontrando su lugar. Pero la guitarra y el piano están buenos porque sirven para acompañarse para cantar. El tema es que si hacés un género que no precisa un canto, una melodía, no hay porqué acompañar con instrumento armónico. No vas a tirar un do y un sol para hacer un beat para un freestyle. Entonces, el que quiera hacer canciones, probablemente busque la guitarra y el que no, otra cosa.
Nombraste el canto. Nadie tenía tu color de voz ¿Te costó encontrarlo?
Eso fue más un juego que empecé a hacer sin querer queriendo trabajando, haciendo jingles. Música para tele, canciones para una serie de tele que se llama Samba. Con mi viejo hacíamos dos canciones por capítulo. Había que componer, hacíamos maquetas. En un momento me gustó cómo canté. De repente, me devolvían que les gustaba también. «¿Querés cantarlo?», respondían. «Che, en la publi al tipo le gustó cómo lo canta Mateo». Quedaba mi voz y no llamamos más cantantes. Empecé a tener muy buen vínculo con el micrófono. Grababa mucho. Mucha dinámica de prender, cantar, encontrar el color. Cuando grabé el disco tenía buen vínculo con el estudio, pero no con el vivo. Eso fue lo que más me sorprendió a mí, el día que hice mi primer show canté como si ya lo hubiese hecho. Me subí y salió.
Acá ya tenés a Fito, pero si tuvieses que buscar un featuring loco…
¡Mc Cartney! Está vivo y es el uno. Es Bach, es Beethoven. Moría de ganas de abrirle el show cuando vino, pero lo hizo Vic Bernardi. La persona más afortunada del mundo. Moría por abrirle el show y darle la mano. Si no fuese Paul sería Lennon. Sino hay un montón más, pero Los Beatles para mí son lo más.
¿Cuál fue el último álbum completo que escuchaste?
Me gusta mucho el último disco de Paul, después estoy escuchando mucho Lennon. Give Me Some Truth. Y hau un disco de Bryan Adams, Get Up. Después mucho Jeff Lyn, Elvis Costello. Lo nuevo está un poco out cantar y hacer canciones, entonces también el algoritmo no me presenta muchas canciones. Me presenta reggaeton. Me gusta, pero no lo escucho en casa. Lo escucho en un boliche. Nathy Peluso me gusta mucho, acá en Argentina los pibes son buenísimos. Los Bandalos, los Usted Señálemelo, Indios, Juancito Ingaramo, Marilina, Feli Colina.
¿A quién le agradecés todo lo que pasó?
A mi familia. Porque si no hubiese sido por cómo fueron ellos conmigo, yo hubiese sido otro tipo. Me inculcaron muchos valores, me dieron la música como herramienta, como modo de vida. Pero mi vieja es psicoanalista, es muy piola y tiene un modo de pensar y ver las cosas que yo comparto mucho. Un modo de analizar la vida y llevar las cosas adelante. Siempre encontrarle la vuelta. Obviamente también a mis mejores amigos, mis club de cinco, seis, un ejército que siempre está atrás y adelante.
¿Tenés alguna relación espiritual con algo?
No, bueno espiritual sí. Con la energía, siempre voy a buscar e intentar estar de buenas. Creo que lo mejor llega cuando uno está bien, cuando uno da, cuando uno quiere, cuando uno trata bien, cuando no se come la peli y es respetuoso con todo el mundo del mismo modo. Si vas para adelante con la mejor, de verdad y está todo bien, lo más probable es que vuelva bien.
¿Te considerás creador? Cabildo y Juramento no existiría sin vos
Soy una semilla más, soy porque hubo un Charlie García, Beatles. Yo soy un cuatro de copas, no sé en el mundo. Pero no me como una de gran creador.
¿Vas a los Grammys?
No, no voy a ir. Me voy a quedar con las ganas y voy a tener que hacer otro buen disco para que me vuelvan a invitar.