¿”La despedida al sol” es el cierre de una etapa en tu carrera?
Si, totalmente. De hecho, de ese disco no quise hacer más videos. Cuando hice la canción tuve presente que muchas veces tuve que estar encerrado para solucionar un problema. Ayer me acordaba de la Odisea de Homero, cuando el personaje se ata al mástil para poder escuchar el canto de las sirenas y no correr hacia ellas y morir. Esto de la cuarentena es un poco lo mismo, es como que nos encerramos para poder seguir con vida. Una manera un poco rara, porque esto es un hecho triste más allá de que uno le ponga onda. Sobre “La despedida del sol” siempre me acuerdo en el Puente de los Suspiros en Venecia tiene una energía grosa, es el lugar donde trasladaban a los presos a la cárcel y en ese pasaje veían el sol por última vez, y cuando veían el sol suspiraban.
¿Sos muy lector?
Me gusta leer. Ahora en cuarentena no llegué a leer un libro entero pero todo el tiempo consulto libros que me parecen increíbles. Por ejemplo, entendí como es leer a Borges a través de su poesía. El mismo lo explicaba y decía que se sentía artista cuando escribía un poema. Porque cuando él hacía una cuento veía las dos puntas el principio y el fin, y a partir de ahí pensaba el desarrollo de la historia y los personajes, y cuando terminaba le parecía que había hecho un trabajo muy racional como si fuese administrativo. En cambio en los poemas le brotaba el alma. Siento que cuando vas a la poesía encontrás el resumen del autor, donde pone lo mejor que tiene.
Hacemos el juego de las medallas. Decime cuál te colgás con más orgullo: una es por haber armado una de las últimas bandas de estadio de la Argentina y otra es porque tu música parece el soundtrack de una ciudad.
De cada medalla te cuento algo. Respecto a los estadios, en un momento nosotros -igual que Coldplay con esos coros- ya estábamos pensando en componer para un estadio, y mi hermano cuando le entregaba las canciones tenía muy claro que iba a sonar en un estadio entonces en alguna parte explotaba de alguna manera, y vos sabías que iba a sonar muy bien.
Después respecto al lenguaje, viste que voy tirando data y poesía creo que es el logro que más importante para mí que es construir otro lenguaje del rock and roll y hacer una composición parada del lado de la vereda de la derrota no del triunfalismo rockero. No es que me crea un gran escritor, con mi hermano dijimos hagamos un grupo en donde el pibe diga venía compartir un momento con tu viejo, ahora la música está segmentada. Un tema nuestro lo escuchaba toda la familia. Es un orgullo haber creado un lenguaje con los pibes.
…¿vos fumás?
Si, viste no hay más cigarrillos…
Te puedo contar una intimidad. Siempre tengo un momento en las charlas donde desvarío un poco pero bueno, tengo la necesidad de contarlo. El otro día pongo una historia en Instagram diciendo qué pasa que no hay puchos y eso. Y una chica que conocí una vez me mandó una caja, esta caja, que al verla ya me pareció rara (ríe) con siete paquetes de Marlboro y una bolsita roja… Yo dije: “no, ya me imagino”. Estaba en el ascensor, me digo: “¿La abro? Bueno la abro”. Yo estoy limpio, no consumo nada. Y en la bolsita roja había un picachu. Lo abrí y tenía eso que todos pensamos que tendría y que a mí me hace muy mal y de lo que me cuesta salir. Entonces lo dejé ahí y me fui a almorzar. Y pensaba una y otra vez si usarla o no… y al final decidí tirarla. Estando en cuarentena pensaba qué puede cambiar… y puede cambiar mucho, mi cabeza porque yo no soy el mismo después de eso, no hubiese podido tener este humor hoy.