El pasado domingo, el colombiano Carlos Vives convirtió al Hipódromo de Palermo en una gran fiesta y se dio varios gustos como homenajear a la música argentina, la que él considera clave en su vida y en su desarrollo como artista. Por esa razón, esa noche lo acompañaron Diego Torres, Nito Mestre, Sandra Mihanovich, su compatriota Santiago Cruz y el local Jorge Vázquez.
Además, Vives se ratificó como precursor de una de las corrientes en torno a la cual hoy gira la música latina, que es la fusión del folclore a nivel regional con el pop. Acompañado por una gran banda, compuesta por un guitarrista, tres coristas, tres percusionistas, dos encargados de tocar aerófonos típicos del folclore colombiano, bajo, batería y tecladista.
En su celebración al rock nacional, Vives rockeó con “El fantasma de Canterville” y se puso emotivo con “La verdad” junto a Mestre. Pero el homenaje a la música argentina no concluyó ahí. También invitó a Diego Torres para cantar juntos el hit “Un poquito”, single que hicieron en conjunto y acumula más de 50 millones de reproducciones en YouTube. El dúo fue ovacionado por la gente e incluyó algunos pasos de comedia entre ambos “peleándose” por Natalie Pérez, protagonista del videoclip. Todavía con Diego Torres en el escenario, Vives metió de nuevo al rock argentino para juntos interpretar “De mi”, clásico de Charly García perteneciente al álbum Filosofía barata y zapatos de goma.
Mientras Vives cambiaba de vestuario, Jorge Vázquez le dio vida a “Por una cabeza” en una versión rockero del legendario tango. Luego, Vázquez se quedó para una hermosa versión de “La tierra del olvido”, donde el acordeonista volvió a lucirse. Sandra Mihanovich fue la única mujer invitada y cantó la balada “Quereme, tengo frio”, escrita por Marilina Ross.
La noche alcanzó su punto culmine con canciones como “Robarte un beso”, “La gota fría”, “Dejame entrar” y “Mañana”, que estrecharon aún más los vínculos de Vives con la Argentina, un país clave para el desarrollo personal del nacido en Santa Marta.