Entradas, acá.
¿Esperabas que La bicicleta se volviera tan importante en tu carrera?
– Definitivamente, ha sido un muy buen comienzo para presentar el disco nuevo. Sabíamos que era una canción especial y el hecho de que Shakira se uniera abrió la posibilidad de que llegáramos a países donde nunca antes habíamos estado. Igualmente, uno nunca piensa en el éxito que puede llegar a tener, y ha sido sorprendente lo que ha pasado. De alguna manera, ha demorado la salida del álbum, del segundo sencillo y de todo lo que habíamos programado. Al final no se trabaja ni por los premios ni por el éxito, sino porque creemos en la música que hacemos. Detrás de nuestra música hay muchos espíritus y trabajamos para ellos, por eso todo esto es muy importante. Todo ha venido para bien.
Colombia está exportando al mundo ritmos que venís haciendo hace mucho. ¿Sos consciente del efecto y del ritmo latino en los charts mundiales?
-¡Es verdad! [Risas]. Esa es la champeta, que viene del soukous, un folklore africano. Gracias a los barcos franceses que llegaban al puerto de Cartagena y traían esa música. La mezcla con la salsa y otros sonidos caribeños lo fueron formando. Sí, hombre, es muy rico, y es cierto que lo están aplicando muchos cantantes americanos que usan ese patrón. Es muy interesante. Estando en el estudio, todo el tiempo viene gente que escucha lo último que se ha lanzado. Me muestran el nuevo top 40 de no sé qué y al final termino escuchando y oyendo cosas como Justin Bieber. Me parece muy bueno que esto suceda. Hay que seguir para delante. Poner los oídos en lo moderno también es importante, pero sin perder la línea y el estilo de uno.
Estás trabajando con sangre nueva como Maluma. ¿Qué opinás de estas generaciones?
– Es importante siempre que las nuevas generaciones no subestimen. Creo que la tecnología es una cosa muy poderosa, incluso en la industria se está tratando de reducir los costos, pero eso puede llegar a ser peligroso. Nunca hay que dejar de darle importancia al mensaje, al lenguaje. Hay que ser enfáticos y fuertes con la claridad y la calidad. No solo con la grabación y el sonido. Hay que hacer música que perdure, que sea de catálogo. Este es un mundo de canciones y de catálogos. Hoy la música de Bob Marley se escucha en todas partes, y aquella que esté bien hecha se escuchará por los siglos de los siglos. Entonces es importante que toda la juventud no se resguarde en lo fácil y lo rápido. No hacer música perecedera que desaparezca tan fácilmente. En los nuevos géneros ligados a lo urbano me parece que todavía hay mucha pobreza en la escritura; y al no ser contundentes, al no ser fuertes, no perduran. La poesía posee muchas formas más allá de lo popular y debe tener un valor en lo que se escribe. Hay mucha música urbana pegajosa y bailable, pero lo que te queda en la cabeza es nada.
¿Cómo te ves de cara al futuro? ¿Sos de visualizar lo que vendrá?
– Siempre he pensado que me gusta trabajar en esto y que me gusta cantar. Pasé muchos años en el teatro y en la televisión en mi país, y me veo hacia el futuro siguiendo en lo mismo. Me gusta también producir shows, trabajar para otros artistas y compartir mi aprendizaje para otras canciones. Tengo un restaurante donde hacemos teatro musical. Hace ocho años que realizamos una obra sobre el poeta Rafael Pombo que se llama El misterio del libro mágico. Estoy siempre en ese mundo en Bogotá, con músicos y actores, y me veo así siempre hacia el futuro.
Además, incursionaste en el mundo de la enseñanza…
– Acabamos de abrir una pequeña escuela de música en Colombia que se llama Río Grande, y tengo ya más de 200 niños aprendiendo allí con los profesores de música de origen y también moderna. Enseñamos guitarra eléctrica, batería, gaitas, flautas, bajo y percusiones nativas. Me veo en eso el resto de mi vida.
Recientemente, Vives adelantó su próximo single vía Instagram. Escribió debajo del video: «No me cabe la menor duda, es un sonido colombiano en pleno frío de las calles de Nueva York #AlFiloDeTuAmor Espérala el 23 de enero #NuevoSencillo #NuevoVideo #FlautaDeMillo».