A finales de la década de los 80, con la consolidación de la democracia, nuestro país estaba viviendo retrasadamente el furor punk que se había producido en el resto del mundo en los 70. Bandas como Los Violadores y Attaque 77 eran exponentes del género y en ese contexto nació en 1990 Cadena Perpetua. Con una trayectoria en la que vivieron todas las circunstancias posibles del under, llegaron a ser teloneros de bandas como The Ramones, La Polla Records y Steve Jones.
25 años después, se encuentran editando el CD/DVD Plaga & circo, grabado en vivo en el Malvinas con tecnología Full HD y una innovadora técnica denominada bump mapping, basada en gráficos 3D . En el medio de una gira nacional y preparándose para el cierre en el Luna Park, conversamos con Hernán Valente (guitarra y voz), Eduardo Graziadei (bajo y coros) y Damián “El Chino” Biscotti (batería).
¿Qué recuerdan de los comienzos?
Hernán Valente: Nos unían los gustos y las ganas de tener una banda. Comenzamos haciendo canciones de artistas que nos gustaban, como los Ramones, Todos Tus Muertos, Violadores, La Polla Records, y de a poco fuimos creando nuestras canciones. Buscábamos por los diarios y los fanzines bandas que fueran parecidas a nosotros para tocar, queríamos saber dónde se juntaban.
¿Qué diferencias ven entre la movida punk de esos años y la actual?
Eduardo Graziadei: Era mucho más reducida, todos se conocían más con todos, hoy hay una escena mucho más grande y amplia a nivel musical, antes las bandas se juntaban para hacer fuerza.
Damián Biscotti: Había poca información, lo que hacía todo de alguna manera más auténtico; ahora hay muchas bandas que claramente a la hora de juntarse apuntan a algo que saben bien lo que es, quizás quieren parecerse a alguien. En aquel momento, por ejemplo, le decían a Superuva que se parecía a Toy Dolls y los flacos ni conocían a Toy Dolls, el desconocimiento era a ese nivel. Caías en algo accidentalmente, te parecías a otra banda sin conocerla. Ahora quizás los grupos se arman y ya quieren sonar de determinada manera y parecerse a otra banda, saben perfecto cómo se visten, qué equipo usan, qué pedal. En ese momento los sonidos salían accidentalmente con la guitarra y el equipo que tenías, y en el estudio en que podías grabar.
Este año cumplen 25 años de carrera, pero ustedes se caracterizan por festejar todos los años. ¿Está presente el gen de la celebración en la banda?
HV: Nuestro cumpleaños de banda coincide con el mes de diciembre, y es un mes bastante festivo, entonces siempre hacemos algo especial para los cumpleaños.
DB: Empezamos en los 10 años, esa vez el aniversario lo festejamos en Cemento. Me acuerdo cuando festejamos los 20 también, fueron dos Groove separando las dos décadas.
¿Para este año tienen preparado algo especial?
EG: Esta vez es el Luna. El lugar mismo ya se impone. Trataremos de meter en una noche un resumen de la carrera que muestre nuestro trabajo, un pantallazo. Sabemos que es un show bastante especial, que va a ir gente de todas las épocas, muchos que hace bastantes años que no nos ven, algunos irán hasta con los hijos.
Plaga fue producido por Juanchi, que es un excelente productor, aunque no sea su faceta más conocida popularmente. ¿Qué les aportó desde su lugar?
– DB: Muchos de los mejores discos de punk rock argentinos fueron producidos por él. Emprolijó el material que teníamos “predemeado”.
– HB: Teníamos ideas de muchas melodías, y él puso orden a los instrumentos que íbamos a usar, el sonido, y nos contuvo, que es una tarea bastante especial. Nos dejó muy contentos, lo buscamos mucho tiempo.
Hace bastante que no graban un disco, ¿qué pasó?
– EG: Tuvimos hijos de verdad, de carne y hueso.
Enzo Ferrari dijo una vez que prefería los pilotos de F1 solteros, porque los que tienen hijos pierden medio segundo por vuelta, se ponen más cuidadosos. ¿Cómo es el punk con hijos?
– DB: En el escenario siempre fuimos precavidos. Fuera del escenario quizás sí somos más cuidadosos. Hace un tiempo tuvimos un accidente importante en una camioneta y a partir de ese momento empezamos a viajar más de día, con más cuidado.
– EG: Las giras antes duraban 20 días, y ahora duran 5 máximo, porque extrañamos a los chicos.
– HV: El otro día tuvimos una charla por un viaje a México para tocar; capaz que antes nos animábamos a ir sin demasiadas preguntas y hoy tenemos un poco más de cuidado, para estar más seguros. En 25 años nos pasó de todo, llegar a ciudades inhóspitas y que no te espere nadie, llegar al lugar en donde se tocaba y que no hubiera nada… Así que sí, ahora tomamos más recaudos.
Grabaron con un sello grande y en forma independiente. ¿Dónde se sienten más cómodos?
– EG: A nivel artístico el disco que más pegó fue Largas noches, y lo grabamos en una computadora 486 que llegó justo al último tema porque no tenía más memoria. Así que artísticamente nadie te asegura nada. La diferencia es que una compañía tiene llegada a las disquerías, difusión, y eso en nuestra época era difícil.
– HV: Lo bueno es que nadie jamás nos obligó a nada, siempre tuvimos libertad absoluta.
Cemento y Omar Chabán forman una parte importante en la historia de la banda. ¿Cómo vivieron la forma en que terminó Chabán y su muerte?
– EG: Lo ocurrido en Cromañón fue todo muy triste. Chabán era un empresario con un lado humano que hoy por hoy nadie tiene. Entonces nosotros recordamos eso, él les dio oportunidades a bandas a las que hoy ningún productor o empresario les darían. Tal vez se manejó un poco desprolijo o hippie con todo, pero tenía un lado humano que ahora no vemos tanto y un lado artístico porque era artista. Hoy la mayoría de los empresarios son empresarios.
– DB: Igualmente, si bien Chabán tenía su costado hippie, no era muy diferente a todo lo que había en ese momento, todo estaba cortado por el mismo cuchillo, no había un lugar profesional, era todo medio hippie porque el país era así. Nadie tomaba recaudos, lo aprendimos con esta desgracia que nos tocó vivir.