Fecha de lanzamiento: 31 de marzo de 2017
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Frank Sinatra dijo alguna vez, hace muchos años, que la voz de Bob Dylan era como un chelo. Al escuchar Triplicate, la frase de “La Voz” se reafirma, con la salvedad de que las cuerdas de este chelo tienen el encanto de estar empapadas de whisky y décadas. Acompañado por el mismo dream team de sus discos anteriores, Bob Dylan se da el lujo de interpretar tesoros populares como Stardust, These Foolish Things, That Old Feeling o el prodigioso corte de difusión I Could Have Told You, con su steel guitar que empuja al llanto. Este álbum triple de Dylan (conformado bajo los títulos ‘Till The Sun Goes Down, Devil Dolls y Comin’ Home Late) forma parte, a su vez, de otro tríptico –por el momento– en el que revisita muchos de los grandes clásicos de la música norteamericana. Un detalle que destaca este disco de los anteriores es que por momentos Triplicate levanta vuelo rítmico, como en The Best is Yet to Come, donde las baladas melancólicas ceden el paso a la alegría elegante de las grandes bandas. Mirar para atrás puede ser de lo más estimulante si la historia la cuenta Bob Dylan. La nostalgia se encuentra también en el lugar en que se grabaron estas canciones: los viejos y buenos Capitol Studios de Hollywood. La performance vocal del cantor norteamericano es la mejor de sus últimos trabajos. Incluso solo estos 95 minutos de canciones le bastan para ser considerado un intérprete excepcional y profundamente expresivo.