En dos años Bizarrap se dedicó a convertirse en uno de los artistas más escuchados de Argentina. Productor, DJ, creador de contenidos, artista, lo cierto es que ese muchacho que no muestra el rostro y que tiene su propia gorra irrumpió para consolidar la música urbana local con artistas en crecimiento y emergentes de toda la región. Su proyecto se convirtió en la ventana de difusión para muchos otros. Hoy es el artista #436 más escuchado de Spotify en todo el mundo con 10 millones de reproducciones mensuales.
Su historia comenzó subiendo videos en YouTube en 2017 donde recopilaba momentos de batallas de freestyle editadas con su propio estilo. “Yo vengo del freestyle, de esas movidas”, asegura. Generalmente utilizaba el contenido de El Quinto Escalón, la competencia más importante de freestyle de plaza por aquel entonces y lugar donde conoció artistas que más tarde formarían parte de sus producciones como Dani, Trueno o Lit Killah. “A los 13 años conocí el freestyle a través de una batalla en Youtube, desde ese entonces con un par de amigos empezamos a freestylear e ir a las plazas… las batallas crecían cada vez más y en 2016 “El Quinto Escalón” explotó. A partir de ahí, varios freestylers comenzaron a sacar temas y profesionalizarse en la música. Y ahí arranqué con la producción más en serio”, afirma “Biza”.
Esta publicación es un adelanto de la nota final que se lanzará en la edición digital.
Por Julián Mastrángelo y Santiago Torres
¿Notás más reconocimiento a los productores?
- Creo que la gente, hoy en día, tiene más acceso a la información y puede entender cómo se hace una canción. Uno busca cualquier cosa en YouTube y sale, tiene las instrucciones en la palma de la mano. Además, gracias a los programas de producción, uno puede averiguar fácilmente quién y de qué forma se compuso un tema. Eso es resultado del trabajo de los productores también. Dr. Dre lo hizo en su momento y generó que lo admiren tanto como a los cantantes.
¿Cómo te definís?
- Somos todos un poco de todo. El que canta sabe producir, en mayor o menor medida y viceversa. Todos los pibes que vienen al estudio saben meterse en el FL, además, siempre escribimos juntos. Somos todos un mix.
En nuestro podcast nos quedamos con la idea de que al haber estudiado música tenés una idea distinta a la hora de trabajar con un artista.
- Todos los días voy aprendiendo algo nuevo de cada uno de ellos. Me nutre muchísimo. No seguí estudiando canto porque creo que ya llegó un punto en el que aprendo de cada artista que pasa por el estudio.
¿Cómo lees desde afuera las Music Sessions?
- Creo que siguen manteniendo su esencia, es lo mismo que cuando empezó. Me compré unas luces y unos equipos un poco mejores nada más. Fuimos aprendiendo y me parece que se nota, tanto a la hora de la producción como en lo audiovisual. Pero en definitiva, continúa como la primera vez en mi home studio de Zona Oeste trayendo artistas emergentes o ya consagrados. Para mí esa es la clave.
¿Cómo recordás la primera?
- Desde los 13 años íbamos a la plaza con mis amigos a escuchar las batallas. Años después se me ocurrió grabar un freestyle porque quería grabar a Kodigo. A partir de eso empezaron a querer venir los demás. Pero fue muy orgánico, no lo tomé como producto. Muchos artistas me empezaron a llamar. No fue preparado ni pensado para que sea una plataforma de promoción.
¿En algún momento tuviste miedo en el paso de tus producciones como los “Combo Loco” al salto profesional? ¿Pensaste alguna vez que no te tomarían en serio?
- Hay gente que desde el primer momento supo que iba en serio, pero el paso es una construcción. No es fácil estar haciendo una cosa y que tu público entienda que vas a empezar a hacer otra aunque esté relacionada directamente con la primera. Ellos son los que primero tienen que estar convencidos, si uno ve que el público no está convencido, no se podrá lograr convencer a nadie más.
- Mis videos siempre tenían algo musical, al yo tener esa aprobación desde afuera se me hizo muchísimo más fácil sacar una canción y que no se sorprendieran.
¿Existe la posibilidad de un BZRP cantante?
- No, ni a palos. Sí es verdad que hay voces mías en sesiones que la gente no sabe, pero están muy de fondo. Ser cantante te lleva una vida y ser productor, también. Prefiero enfocarme en una cosa y no mezclar. Es cierto que hay cantantes que se transformaron en productores y viceversa, pero eso lleva también a que el cantante que la pega siendo productor, no se produzca más porque es demasiada carga.
¿Cómo te das cuenta cuando terminas un tema?
- Un tema nunca se termina, llega un momento en el que lo tenés que sacar y listo. Hoy, si me dejás, puedo estar un año con una canción, pero la industria te impone deadlines y te marca las fechas. Es verdad que eso pasa con las canciones, no así con el álbum, en el que uno se tiene que tomar el tiempo realmente necesario. Hoy tengo que sacar un tema por mes o cada tres semanas, mínimo, vivo muy así, al “borde”, pero bueno, vale la pena.
¿Te ves con un sello como ejecutivo?
- Sí, pero no en este momento. Quiero hacer foco en mi música. Ya habrá tiempo para otras etapas.