En el podcast, Bebe Contepomi entrevista a reconocidos músicos como Fito Páez, Andrés Calamaro, Ricardo Mollo, Lali Espósito, C Tangana y Gustavo Santaolalla, entre otros. El ciclo de podcasts tiene la particularidad de reflejar experiencias de la vida de los artistas.
Por parte de Piñol, la conversación se convirtió un rico intercambio en torno al futuro del audio: la radio, el streaming y una industria que cambia día a día.
Sos un tipo de radio, ¿qué trae de nuevo Lado BB?
Bebe: más allá de mis años en radio, me destaqué más en la televisión. Lo que más me gustó de esto es no tener cámaras delante. Eso me dio una visión del artista que se sintió distinta. Nos olvidamos que teníamos un corbatero, un micrófono en la espalda. Así se fueron generando los capítulos. Son experiencias, no son notas tradicionales. Experiencias que van desde los viajes, situaciones como viajar desde Aeroparque con Ricardo Mollo a Humahuaca en busca de una canción perdida. Recorrer la historia de los Beatles en Liverpool con Cucho Parisi, con Lali en Miami en un ensayo previo a los Grammys, con Santaolalla en Montevideo, con C.Tangana en la cancha de Boca. Se trata de experiencias, obviamente que hay charla, habló con los músicos, pero siendo sincero, a la mayoría los he entrevistado en los últimos 30 años 50 veces a cada uno y creo que no hice ninguna de las preguntas que les hice en las anteriores. Porque estábamos viviendo una situación, una experiencia. No estábamos entrevistando.
Esa es tu marca registrada Bebe, y también esto te separa de la etiqueta del Rock Nacional…
Bebe: creo que esa es una virtud, no catalogar la música. Antes se decía esto es rock, esto no es rock, y cuando no era no había que escucharlo. Las nuevas generaciones, mis hijos, mis hijas, conocidos, me hicieron escucharlo. Nos enseñaron que la música es una, que está ahí para que te guste. Hace tiempo empecé a ir más allá del rock en la tele, con Ricky Martin, Arjona, personas muy populares. Al principio tuve que soportar las críticas. Hoy, en las nuevas generaciones, Spotify te pone toda la música en un solo click. Hoy escucho Ricky Martin, Calamaro, Queen, en un click. Esto tienen los podcasts, es uno solo, no hay géneros musicales, hay experiencias y calidad de artistas.
Javier, esto de los podcasts está mostrando no solo el lado B de artistas, sino de argentinos que cada vez suenan más fuerte
Javier: sí, siempre hemos pensado que nosotros no escogimos a Bebe, Bebe se escogió a sí mismo. Cuando comenzamos nuestra apuesta por el podcast hace tres años por Latinoamérica, el proyecto de punta de lanza tenía que ser en Argentina. Argentina es el hub creativo en español del mundo, todas las productoras de contenido tienen sus headquarters en Buenos Aires y es por una razón. Los leones y las leonas de Cannes siempre van a Argentina, es porque la comunidad creativa argentina es muy poderosa. Recuerdo que esto nos añadió presión al principio. Pensábamos: ¿cómo podés hacer algo más que radio on-demand, una entrevista o conversación?
Entonces pensamos en Argentina y en sus músicos. Spotify es la plataforma de audio más grande del mundo. Queríamos hacer algo que solo Spotify podía hacer. Recuerdo que cada vez que iba a Argentina o hablaba con mis compañeros de allá decía que quería hacer algo increíble. Y Agustín me dijo que tenía que conocer a Bebe. Fuimos a comer, no habían llegado los platos y ya supe que Bebe era la persona. Creo que su mejor virtud es hacerte sentir como su mejor amigo o una persona de gran valor en breves minutos. Bebe genera una energía en el uno a uno que cambia la energía del restaurante entero, no solo de la mesa. Yo soy fan de Anthony de Master Chef, porque además de la cocina te mostraba una experiencia. Entonces fuimos escalando, le dije Bebe haz algo más grande que una entrevista de música. Probamos, probamos, hasta que me llegó el episodio de Ricardo Mollo. Cuando lo oí en Miami me emocioné, salí llorando. Pensé: “Nadie ha hecho esto en la historia de los Podcasts”. Después de eso, no volvimos más. Olvídate que llevas micrófono, le dije. Queríamos llevar un artista a Malvinas a tocar el himno de Argentina en la guitarra. El proyecto que era muy ambicioso, se volvió un proyecto sin precedentes.
¿Cuál es el techo que le ves a los Podcast?, ¿Spotify fue pionero en ofrecer más que canciones?
Javier: es un privilegio. Esta compañía tiene más de 10 años y ha revolucionado la forma en la que la gente escucha música. Se siente como si han pasado 100 años, pero pasaron 20 años. Hoy, la gente confía en Spotify para que le diga la música que le gustaría escuchar. La curaduría de playlist, los algoritmos, todo. A Spotify lo sientes tuyo. Nosotros no entendemos que los ojos valgan tanto más que las orejas. La prueba está en que no podemos decir, nadie puede dar un techo. Estamos creciendo a números de tres dígitos, consistentemente. La gente se está readaptando, lo hemos visto con la pandemia. Un consumo que antes se veía que era solo en traslados, ahora se dispersó. La gente no se traslada, la gente se da el lujo de consumir podcasts, y eso no se va a ir. El desarrollo del stoytelling es uno, pero el hábito de imaginar, viajar, es infinito. No hay techo. A veces me dicen, ¿vamos a llegar a este objetivo? Pero vemos que en unos meses ese objetivo ya no será válido y tendremos que cambiar nuestros podcasts.
¿Qué reemplaza el podcast con respecto a la radio?
Bebe: yo sé que el podcast al ser solo audio está muy ligado a la radio. Después de esta experiencia noto muchísimas más diferencias que similitudes. En la radio tenés un operador, un productor, compañeros en la mesa, publicidad, las tandas en un programa de radio te manejan los tiempos. Todo tu contenido está en función de eso. También los tiempos, yo sinceramente estos podcast duran entre 20 y 40 minutos. Grabamos mucho más tiempo del que se escucha, sé que para muchos es parecido el concepto. Yo lo encuentro mucho más artístico, sincero en un punto, nadie te habla, da una orden, una tanda que te condiciona. Lo veo más cercano a una experiencia que a un formato. Yo sé que para muchos es el futuro, pero no creo que vaya a reemplazar a la radio, son dos cosas distintas.
Javier: esto del podcast se usa mucho porque las radios fueron las primeras en usar sus programas como repositorios, para remipactar, monetizar, poner on demand. Pero hablando de radio, hay que distinguir la radio como formato y la radio como contenido de hoy. Ahora nos parece impensable que alguien pudiera morir por lo que dice Bebe en radio. Pero años atrás la radio era diferente a la que vemos ahora. Radio como formato no va a morir, el podcast permite desarrollar otro tipo de contenido.
¿Creés que Spotify podría tener streaming, una web afin a los contenidos?
Javier: como ejecutivo de Spotify, y como hombre que trabajó en otras compañías, digo que esta es la mejor compañía en la que he trabajado. Es diferente en muchas cosas. La atención al trabajador, para un español tienes que adaptarse. Es la empresa que más sigue su misión, nuestra misión es que de aquí en un tiempo más de 1 millón de creadores vivan de su arte. Entonces, para contestar tu pregunta no sé, no está en la mesa. Nosotros queremos convertirnos en la plataforma de audio más grande del mundo. Contestando a tu pregunta, el video se queda afuera. Lo hemos dicho abiertamente: vamos a convertirnos en la plataforma de audio más grande del mundo y un millón de creadores vivirán de su creación en un plazo muy breve. Esto va a parecer político, creativo. Todas nuestras decisiones son para que los usuarios descubran nuevo talento. Todo es para que un millón de creadores vivan de sus creadores. La estrategia es buena. El nivel de engagement crece muy significativamente. La gente está mucho más rato escuchando. El video no es fácil, el streaming no es fácil.
Bebe, ¿con quién soñás hacer un podcast?
Bebe: Bob Dylan, pero no sé si me atrevería a dirigirle la palabra. Para mí es Gandhi, Jesucristo, todos juntos. Para mí disparó toda esta locura que hoy le da de comer a mis hijos, pero si te tengo que decir alguien más accesible para este formato que en la segunda temprada estén digo Alejandro Sanz en su barco en Miami, en el que he estado con Sabina y Juan Luis Guerra, me imagino yendo al gimnasio a hacer ejercicio con Ricky Martin y me imagino con Rosalía recorriendo sus orígenes. Si aparece Bob Dylan no me negaré.