Bandalos Chinos aguarda a la salida de su próximo trabajo discográfico: Paranoia Pop, este viernes 9 de octubre. El álbum consite en diez canciones, producidas por Adán Jodorowsky, y grabadas en los estudios Sonic Ranch de Texas. El sucesor de BACH, su obra consagratoria, será presentado este 29 de octubre en el Movistar Arena.
Este año, Goyo Degano, Iñaki Colombo, Chapi Colombo, Tomás Verduga, Matías Verduga y Nicolás Rodriguez del Pozo anticiparon el disco con tres simples: «Mi Manera de Ser/AYNMG» (doble), «Sin Señal» y «El Ídolo». Todos los sencillos fueron acompañados de videos. En el último adelanto, la banda retoma la figura del ídolo en la letra y un sonido de rock n’ roll: «No quiero conocerte, prefiero imaginármelo», canta Degano.
Estamos atentos a Paranoia Pop y al Movistar Arena. ¿Se llega por streaming pero se llega, ¿no?
Goyo: sí, no lo podemos creer. Tocar en un espacio como el Movistar Arena, que si no hubiera sido por el contexto, hubiera estado más difícil. Como decís, se llega a la gente intentando romper con la quietud. Salir a hacer algo para alimentar un poco la creatividad. Dando lo mejor de nosotros.
La creatividad. La cuarentena desnudó un poco la creatividad en cada artista, ¿no?
Goyo: sin duda, creo que en toda crisis surgen buenas ideas y creo que lo difícil es sobrellevarla. Nosotros somos privilegiados, pudimos quedarnos encerrados y a partir de un momento volvimos a ensayar a Saldías y empezamos a cranear este show que es mezcla de universos: el show en vivo es irremplazable, así que intentaremos emular una película, un streaming, un musical, y en esa búsqueda de unir todos esos mundos nos estamos quemando un poco la cabeza.
«El ídolo» está picando muy bien, ¿se esperaban las views que tienen y el interés inmediato ante todo lo que sacan?
Chapi: deseábamos, seguro. Pero en función de confiar en lo que nos gusta hacer y saber que si es algo nuestro, la gente lo va a aceptar porque es sincero. Más que nada por eso, obvio que nos gusta el pop y tampoco nos salvamos de la paranoia del like. Somos parte de eso, esa industria. Está re bueno que la gente esté expectante, pero también puede jugar en contra. Se incrementa la presión externa y no hay que dejarla entrar en la creatividad o la música.
El pop es un mundo difuso, ¿no?
Chapi: sí, creo que una cosa es el pop como género, otra es como cosa que engloba no solo la música, sino todo lo popular. Creo que nosotros caemos un poco en el cuadro de banda de rock, porque ese es el formato que elegimos para presentar nuestro arte pop y un poco hay que hacer eso. A veces es necesario encasillarse y desde ahí ir expandiéndola un poco más. Pero sí, somos una banda de rock.
Veo mucha orquestación en el disco, ¿tocaron todo?, ¿samplearon? ¿Cómo se arma la nueva sonoridad?
Goyo: tuvimos la suerte de contar con los arreglos de Marian Ruti, una artista mexicana muy grosa, que casualmente estaba grabando sus temas en Sonic Ranch, en el estudio de al lado. Nos escuchó un día, dijo que quería escribir los arreglos de las cuerdas y llamamos a «el hombre orquesta» – que vino con dos violas, dos violines, cuatro arcos – y se paraba en distintos lugares de la sala para generar nuevas sonoridades. Nos animamos a dejar entrar, a mostrarnos más abiertos y contar con participaciones que nos elevan. Ese input siempre nos eleva. También contamos con Bobby Sparks en teclados, un tremendo sesionista – tocó con Prince y Snarky Puppy – estuvo LOUTA en una canción, David Aguilar en otra, distintas situaciones que hicieron que el disco se escuchen más grande.
Algunos instrumentos ya quedaron en su paleta, como el saxo
Chapi: sí, el saxo para nosotros es como una especia de marca de agua se música que nos gusta, que tiene ese color de viento de bronce. Suena a los 80s y a nosotros nos gusta referenciar el pop de distintas épocas. Somos seis y cada uno tiene sus décadas doradas, pero en los 80s es donde quizás empezamos a coincidir un poco más y el saxo es el color predilecto de mi hermano (Iñaki Colombo). Siempre lo jodo porque donde hay un espacio, el quiere meter un saxo. Y donde hay un espacio yo quiero meter un pad, un sinte.
En su música hay un recorrido por las décadas. Al principio eran medio 2000, después 90s, este es el más 80s, ¿hay un recorrido por las décadas?
Goyo: sí, creo que tiene que ver con haber estado en movimiento y búsqueda todo el tiempo. El hecho de ser seis hace que simepre alguno esté yendo a un lugar nuevo. Sumarnos a la ola del otro nos hizo explorar un montón de lugares y está buenísimo. Una vez que lo incluimos a Adán (Jodorowsky) en esta ecuación logramos destrabar y ahora tenemos una relación creativa en la que todavía vemos un techo muy alto. Por ahí, encontrar en esas sociedades creativas nuevos lugares para explorar. Creo que la clave está en eso.
Cuando arranca el disco escucho David Bowie, de los 80s. Hay guiños a artistas que los influyen…
Chapi: sí, obvio. También nos divirtió no cerrar tanto y honrar ese momento antes de ensayar en el que ponemos música. Y siempre alguien pone algo diferente: un tecno, yo algo de los Beach Boys (que estoy fanatizado), Iñaki va y pone un disco de Prince y suena rock nacional todo el tiempo. Quisimos hacer un promedio. Quisimos hacer todo. Y está buenísimo el eclectisismo no solo en la producción, sino también en la composición y eso significó armar – para cada tema – un audio distinto de batería, un micrófono distinto para cada tema – en «El ídolo» usamos uno medio 50s «discurso político» – para otros unos más HD, pero siempre desde la perspectiva de una banda de rock and roll. Es un formato más que nada, después hacemos de todo. Radiohead es así.
Al ser seis, una cosa es un sonido, otra es el mensaje, ¿cómo laburan las letras?
Goyo: hay mucho ida y vuelta, hay mucho de Chapi, de Tomi. Durante la grabación de Paranoia Pop Tomi juntó las emociones e ideas que íbamos tirando. Pero hay un laburo de poner todo en duda, parte de eso es lo que nos hace llegar a lugares nuevos. Dudar de todo lo que hacemos para encontrar lo que mejor represente el sentimiento que quiere expresar la canción. Y después sí, hay un tire y afloje con algunas cosas que me suenan raras al decir, pero nos ponemos muy de acuerdo charlando. Ahondando sentimientos de los otros. Un ping pong que lleva la letra a un lugar copado y creo que en este disco hay nuevas voces y personajes. Algo más oscuro, más íntimo. Opinamos todos, guiados por Adán, que interpretaba ese juego teatral.
¿Cómo se sienten en la escena?
Chapi: creo que el que no conoce bandas es porque no le interesa. Porque hay un montón, nosotros somos una más. al estar dando vueltas por la microescena de bandas conocimos un montón y no solo son las que tocan en festivales o aparecen en Niceto, porque hay todo un circuito que se viene gestando hace tiempo de pequeños centros culturales y ciclos más chiquitos.
Goyo: no solo eso, hay muchísimos festivales independientes con muchísima convocatoria, no me olvido del Buena Vibra del 2019, que vendió 12 mil entradas y el festival de Trap de la misma época vendió lo mismo más o menos. En ese sentido, hay un equilibrio, en este contexto que nos toca vivir, todo sucede por una pantalla. Hay más exposición y lugar para aquellas propuestas con un desarrollo más picante en redes, que tiene que ver con el público al que apuntan. Nosotros nos sentimos parte de una gran escena de artistas donde tenemos este formato de banda, pero yo no me siento tan lejos de Trueno o Nicki Nicole. Estamos en la misma, haciendo canciones, cada uno en su formato, ni de artistas que son número 1 y que la están rompiendo. Pero creo que es una gran escena en donde hay lugar para todos.
Ustedes son una banda independiente, ¿retoman ese pensamiento seguido?
Obvio que eso se revé. En algún momento si pinta, lo haremos. Por ahora nos funciona este esquema donde nosotros osmos los dueños de nuestra música en todo sentido y eso nos da una libertad artística creativa muy copada. Obviamente tenemos una suerte de socios en México – Casette – pero tenemos la libertad de planear toda nuestra estrategia que tiene límites y un techo, pero por ahora fono Bach, nuestra estructura de producción – sello y forma de autogestión – por ahora nos funciona y no nos cerramos a laburar con algún sello grande que nos abra más puertas. Pero creo que estamos, fieles a nuestro estilo, buscando con paciencia. Arrancamos hace 10 años con nuestro proyecto, y el génesis es mucho anterior, porque nos conocemos y tocamos desde los 12. Y elegimos el camino largo entonces, ¿por qué nos vamos a apurar ahora? Esto nos funciona, sigamos teniendo paciencia, esto nos hace bien, nos permite grabar y girar cuando queremos. No es una cerrazón ideológica, sino poner nuestras condiciones.
Están los dos empilchados de Fila ¿Qué es la moda para Bandalos?, ¿es arte?
Goyo: sí o sí. Es una expresión. En un punto, cuando empezamos a laburar la parte visual de nuestros shows nos empezamos a relacionar con muchísimos diseñadores independientes que nos abrió el juego a vincularnos con marcas más grandes, pero con una búsqueda estética que plantea una idea, que tiene un mensaje, que tiene una propuesta. creo que hay artistas de la moda, en nuestro país fue bastante bastardeado en un momento, pero no significa olvidarse la música. Nosotros lo planteamos como una experiencia más completa y creemos que uno se puede expresar a través de lo que se pone.
Chapi: justo el otro día tuvimos una sesión en la que cada uno aportaba su estilo y el cuadro completo representaba el eclecticismo de Paraonia Pop, que se nutre de muchas vertientes diferentes. Siempre es un desafío ponernos de acuerdo en la imagen general, pero como somos una banda independiente está todo sectorizado y hay líderes de áreas. Goyo lidera mucho esa parte, lo visual, cómo nos arreglamos para el escenario y videos. Desde que empezamos a tomarnos la música en serio, él se hizo cargo bastante de la imagen y moda. Yo, en contraste soy más hippie y saldría tranquilamente con una joggineta 3/4 , pero también es un statement de moda vestirte mal.
Goyo: pero te importa la moda, a tu manera y tu visión. Creo que en Bandalos hay una búsqueda, la premisa está en que estemos cómodos para tocar. No solo el confort de movimiento, sino sentirse bien con lo que hay puesto. A nadie lo vamos a obligar a ponerse algo que no quiera usar, porque iría en contra de la naturalidad y organicidad que queremos mostrar en el escenario. A partir de Paranoia Pop estamos laburando ese eclecticismo: que cada uno pueda vestirse a su manera, cómodo y que a la vez convivan esas búsquedas arriba del escenario.
El álbum cierra de una manera tranquila, acústica, ¿cómo se llevan con ese territorio?
Chapi: justo el último tema salió la última noche. El disco ya estaba cerrado. Tenía nueve temas y la última noche, mientras celebrábamos nos pusimos a zapar y salió eso. Algo que nunca habíamos hecho, temas acústicos y descontracturados. Siempre somos más mentales y de querer que sea una súper producción. Es bastante refrescante para nosotros poner un micrófono, tocar con una acústica y nada más. Eso está en el disco. Creo que abre una puerta hacia nuevas aguas, pero al mismo tiempo somos una banda y somos un poco «presos del formato». Desde mi lugar, intento derribarlo y llevar ideas que nos hagan laburar más la parte de la autodefinición. Quizás una banda saca un disco y se tiende a pensar que eso es la banda, pero nuestra historia muestra evolución. No sé si va a ser acústico lo próximo que hagamos, pero va a ser diferente a esto.
¿Qué tan difícil es ser disruptivos luego de años de serlo?
Chapi: pienso que en este disco eso pasó. Nos encontramos con un tema como «Paranoia Pop» que, a nivel lírico, pensamos: «wow, nunca hicimos esto», como una canción medio irónica. Y eso fue muy refrescante. El «hit» no es un temita tipo «Vámonos de Viaje», guitarrita y fogonero, sino que es algo más glamoroso. Al fin y al cabo, es mantener lo divertido, el afán nuestro es divertirnos y mantenerlo interesante para nosotros. Después, sería increíble que la gente acompañe nuestros procesos. Ya no podemos hacernos cargo de eso.
¿Están más nerviosos por el lanzamiento o el show?
Goyo: yo por el lanzamiento, Chapi por el show. Ahí se ve el eclecticismo interno.
Chapi: porque el disco ya está hecho. Ya lo subimos a YouTube como privado. No tenemos injerencia, lo que pase ya no tiene que ver con nosotros.
Goyo: pero no quita los nervios. Vamos a hacer un TV Show. Una pre-escucha el jueves. Y vamos a cerrar tocando un temita. Estamos manijas de que lo escuchen para que se sumen a la presentación oficial en el Movistar Arena. La primera vez que salen en vivo. Completo y en orden.
10 años. Molesta que algún improvisado a veces los tilde de banda nueva?
Goyo: no, al contrario, nos hace sentir jóvenes.
Chapi: a esta altura nos molestaría que nos digan banda vieja.
¿Sienten que el próximo paso es fortalecer Bandalos fuera de Argentina?
Goyo: sí, es en la que veníamos. Este 2020 íbamos a muchos países de Latinoamérica que no conocemos. Teníamos chances de España, Estados Unidos, con lo cual todo eso va a venir cuando termine esta peli loca de terror. Lo cierto es que sí, queremos viajar y llevar nuestra música a lugares nuevos. Creo que es parte de un proceso natural que venimos haciendo hace un tiempo. No como objetivo, sino como consecuencia de que nuestra música se escuche cada vez en más lugares.
Creo que estamos en un buen momento en la música latina y argentina. Ver artistas argentinos llegar a número uno en Grammys, Gardel, LOUTA, el ruso, creo que está buenísimo. Es un gran momento para la música latina en general y es un placer formar parte, un orgullo.