“¿Qué puedo contar de El Río Vida? El disco salió a principios de este año pero ya lo teníamos grabado desde el año pasado. Es un disco diferente a todos los que yo había hecho antes, con otro concepto. El concepto de los discos anteriores era formación de banda de rock grabando en vivo las canciones, y después agregándoles las piezas que hacían falta, los overlaps o todo lo que lo que después hacés en el estudio. Este fue hecho casi sin ningún esqueleto, el esqueleto eran las canciones que había hecho con la guitarra y después empezamos a formarlas hasta hacer tres o cuatro versiones de cada una en el estudio. Tocamos todos los instrumentos nosotros menos las baterías y las cuerdas. Todo fue tocado en el estudio entonces armamos la canción sin el preconcepto de lo que yo traía en los demos. Entonces es otra forma de laburar, porque lo hicimos como un mecano, una pieza arriba de la otra, hicimos varias versiones cada canción hasta que nos convenciera. De hecho podríamos hacer otro disco con las mismas canciones arregladas de otra manera; algún día por ahí este me voy a dar el gusto de hacerlo porque quedaron las otras versiones. Lo que me hace bien de la nominación que tuvimos a los Premios Gardel sobre el disco es que veo mucha música independiente entre los nominados. Muchos colegas que hicieron cosas geniales, buenísimas y que somos independientes. Para el público no es algo que haga la diferencia a la hora de escucharlo pero a la hora de hacerlo el disco es muy diferente, porque para nosotros hacer un disco de alta calidad de esta manera requiere mucho esfuerzo y de mucho laburo. Desbloquear muchos recursos que a veces no tenemos porque no tenemos la compañía grande atrás. Entonces es muy interesante para mí me parece genial que Capif y que lo que los votantes se hayan fijado en la música independiente también, ganemos o no el premio”, señal Fena.
¿Cómo ves este momento de la música local con esta nueva generación, más federal además, empujando con cosas nuevas?
Me parece, esta bien lo que vos decís que se federalizó, hay bandas de Mendoza, Córdoba, del sur que me parecen muy buenas que me mandan sus cosas o a veces las descubro yo y son pibes que mueven mucho público. Yo no pienso como algunos colegas de mi generación que dicen que esto no es comparable a lo que pasaba en nuestras épocas, yo creo que sí: hay una movida nueva y hay pibes que tocan genial y hay bandas que realmente son de músicos extraordinarios que tienen 20 o 22 años más allá de los estilos. El único estilo que a mí no me interesa particularmente pero que no es un estilo que sea autóctono, que haya nacido acá, o que sea original, es el reggaetón. No me gusta, es un movimiento que me parece efímero. Hay bandas de rock, indie, pop, incluso pibes que hacen trap y rap muy originales que de verdad me parece que nos pasan el trapo. Lo digo con honestidad. Sin que vaya a ocurrir lo que ocurrió en la época dorada de la explosión del rock en Argentina que tuvo mucho que ver con la llegada de la democracia, donde se consolidaron los grandes popes o los grandes “papas” que están en el panteón del rock. No creo que eso se pueda volver a ocurrir porque es diferente la época, porque los medios son diferentes, la forma de accesibilidad a la música es diferente. Se modificó el modelo de lo que es la industria discográfica también.
¿Cómo te llevás con la radio?
La paso genial y soy muy feliz haciendo el programa. No estoy atado con nadie, paso la música que quiero. Soy un tipo ecléctico con la música: me gusta desde un tango de Goyeneche a los Sex Pistols, yo escucho toda la música que existe, menos reggaetón. Un poco basada en los documentales que hice de música y músicos latinoamericanos para la TV, la propuesta fue creciendo porque empezamos a encontrar lo que nosotros le llamamos “rarezas” en muchos países, música impresionante que nunca va a llegar a la Argentina.