En sus inicios, una placa, una computadora y su guitarra y voz fueron la fórmula ideal para que su canciones lo encuentren con su público. Sencillos como «Chica Acuario» con Goyo Degano (Bandalos Chinos), «Ojitos de MD» – luego elevada con el remix de Ángela Torres – prepararon el camino de Axel Fiks para lo que está por venir: su primer disco de estudio tradicional.
El cantautor y productor anticipó su ópera prima con «Vengan a Casa Hoy» y «Goma», cuyos videos se entrelazan en una misma historia. Sobre el resto de las canciones, así las adelanta el Niño Amor: «Quiero hacer un disco lo más empalagoso posible en términos de amor para no tener que escribir nunca más sobre eso y en el futuro disco hablar de otras cosas».
¿Cómo estás con la repercusión de los primeros adelantos?
Creo que bien. Este es mi primer disco de estudio, siempre grabé todo desde mi compu y es la primera vez que voy al estudio, de manera rutinaria, por horas. Ahora estamos en mezcla y edición, la grabación ya terminó.
¿Qué te gusta más?
Laburar solo siempre me gustó: podés hacer lo que quieras, cuando quieras, como quieras. Es fácil e inmediato. Estar con un productor en un estudio te da muchas herramientas, llevo mis temas al estudio, desmenuzamos la idea y proponemos cosas. Es otra búsqueda, el sonido es mejor. Lo colaborativo está bueno, permitir que otros opinen y no cerrarse solo a lo que uno quiere hacer.
¿Te cuesta dejar el mando a veces?
Sí, me re pasa. De hecho, en el proceso no entra nadie más que yo y el productor, y cuando alguien va a entrar a la sala le pido que pause el tema. Me da hasta vergüenza que otros escuchen, si vienen amigos al estudio quizá canto medio de espalda porque me da vergüenza. Más que control, me agarra por el lado de la timidez. Con el productor tenemos una re confianza y puedo cantar, tocar, todo; pero sí, a veces hay algo que quizá no me gusta y digo «Eso hay que cambiarlo». Quizá en mi computadora sería más ágil, pero me encanta esta manera también.
Dijiste dos veces la palabra verguenza, ¿cuándo termina esa verguenza?
Creo que nunca. Empecé a tocar a fines del 2018 y nunca pierdo la vergüenza para tocar en vivo, siempre me cago todo antes. Incluso tres días antes ya estoy nervioso. Hay algo en la exposición que me da miedo. En el escenario ya lo re disfruto, pero es la previa, la imagen de lo que va a pasar.
Nadie creería que sos una persona vergonzosa
Sí, es raro. Creo que le pasa a muchas personas tímidas, que les dicen «nada que ver, sos re extrovertido, re hablás». Sobre todo, me pasa en el escenario. Tal vez me exijo mucho, busco moverme mucho, agitar, bailar, y quizá no es necesario, mientras disfrutes, todo bien.
¿Te cuesta sacar canciones?
No, porque ya hace meses que le meto al disco y tengo muchas ganas. Mucho entusiasmo porque hace tiempo le estamos metiendo al disco. Hay una exigencia de cargar las canciones en las plataformas 21 días antes. Ese tiempo es terrible, cada día que pasa lo voy tachando. Como la previa al viaje de egresados. Cuando sale, siempre celebro de algún modo. Me encanta sacar canciones, sobre todo la que va a salir ahora. Y el disco, que no falta nada, un mes.
¿Qué tienen estas canciones de especial?
Para meterlas en un disco, tengo que sentir que alguien más se pueda sentir identificado, sino me lo guardo para mí. Tiene que llegarle a la gente. No compongo pensando en la gente, sino en lo que me pasa a mí, pero si veo que el resultado final quizá le pasa a alguien más, entra. Hay temas que no quedaron en el disco y no sé si saldrán.
¿Qué aporta este disco al universo de Axel Fiks?
La mayoría de temas tiene banda. Solo tenía un tema en banda, «Niño Amor», y siempre sampleaba todo. En el disco, está toda la banda junta y está más desarrollado. Quiero hacer un disco lo más empalagoso posible en términos de amor para no tener que escribir nunca más sobre eso y en el futuro disco hablar de otras cosas. Para poder escribir necesitás todo el tiempo experiencias nuevas. Me encantaría escribir un disco conceptual, pero es lo que me nace.
¿Qué más te inspira?
La soledad, sentirme medio triste. Usualmente, cuando estoy muy contento no escribo, estoy disfrutándolo, no me detengo a escribir y anotar. Es más que nada cuando deseo algo, cuando me siento mal y necesito bajarlo a tierra, no me atrevo a contarle algo a alguien y lo hago canción.
¿Escribías canciones a amigos?
A un amigo le debo una canción que le prometí para su cumpleaños, pero sí he escrito canciones más íntimas.
¿Cómo querés que sean escuchadas?
Acompañados está buenísimo. Siempre pensé mi música como cuando sos chiquito y estás en el recreo de primaria y no tenés con quién caminar. A mi me pasaba de chico, me ponía a escuchar música solo, caminaba con mis auriculares y los artistas que yo escuchaba eran como un abrazo musical. Me sentía acompañado gracias a la música que escuchaba. Me encantaría que alguien me escuche y se sienta acompañadx y menos solx escuchando mis temas. También entiendo que se dediquen los temas en pareja, por ejemplo.
¿Qué tanto te gusta todo lo que viene con hacer música hoy, especialmente las redes sociales?
Instagram me gusta, Twitter también. Las uso para promocionar mi música y mostrar en qué ando. Si podría prescindir de ellas, lo haría. Pero son herramientas buenísimas. Gracias a Instagram conocí gente increíble con la que hoy hago música, pero intento no darle mucha bola a las redes. Subo una foto y la dejo unas semanas sin prestar mucha atención, cosa que antes hacía más. Leo los mensajes y contesto, pero desgastan mucho.
¿Cómo sos más allá de la música y hasta dónde llega tu imaginación?
Escribir fue lo primero que hice. Cuentos y poemas de más chico. Fui a la UNA, estudié letras, hice algo en la UBA también. Fusioné eso con la música a los 17, 18, hice mi primera canción. Me encantaría escribir un guion o hacer el soundtrack de una película, estaría buenísimo. Un disco conceptual que narre una historia del primer al último tema.
¿Qué querés que suceda este año?
Que las canciones lleguen a la mayor cantidad de gente posible, que puedan hacer catarsis con las que son dignas de eso, que puedan bailar con las otras, pero más que nada que les lleguen. Que las sientan, que digan «esta canción me atraviesa». Como me pasa con otros artistas, o escribiendo mis temas, ese es mi gran sueño.
¿Qué te preguntarías?
Me preguntaría a futuro, en cinco años: «¿Estás donde querés estár?, ¿estás disfrutando?, ¿sos consciente?, ¿valorás lo que tenés?, ¿cómo la estás pasando?», dialogaría conmigo.
Por Josefina Armendariz