«Yo soy de Attaque, es un sentimiento, no puedo parar», se escuchaba desde las calles del estadio Malvinas Argentinas. Aunque el Zorzal nos tenga acostumbrados a oír que 20 años no es nada, 25 años para Attaque 77 es casi toda una vida.
En 1990, el álbum El cielo puede esperar salía a romper las cabezas de los jóvenes argentinos. La canción Hacelo por mí, incluida en la lista de temas, fue la que le dio nombre al programa de rock conducido por Mario Pergolini. Fue el segundo álbum de la banda y uno de los más recordados por la gente. El sábado pasado, el homenaje se lo llevó íntegramente este disco de portada roja con cuatro adolescentes enfundados en camperas de cuero. A simple vista, se notaba que ese puñado de canciones había pasado de generación en generación y parecía que a todos les había dejado una marca.
Después del soporte de Mad, que calentó la previa, con puntualidad y prolijidad se quedó a oscuras un estadio lleno. Mariano Martínez, agradecido, salió junto a Leo De Cecco y Luciano Scaglione: “Demasiado alcoholizado, demasiado abandonado para esta nación”, cantaba para contrastar con la veda electoral con El cielo puede esperar, el tema que abrió la ceremonia.
El interrogante de la noche era si Ciro Pertusi subiría al escenario con sus excompañeros, lo que la mayoría esperaba que sucediera. Mientras tanto, las canciones mostraban que el tiempo no había pasado, que eran los mismos pibes. “Antes de grabar el disco teníamos solo un manojo de temas, como éste”, disparó Martínez. Lo suyo, definitivamente, no es el contacto con el público.
De todas maneras, las palabras sobraron. Un momento de meditación remontó a los inicios de la banda: “Queremos mostrarles algo de lo que pasó en los ensayos”, decía Mariano. Uno de los momentos más intensos de las dos horas de show junto al popurrí que recorrió la historia de los 77 y algunas canciones prestadas como Belsen was a gas de los Sex Pistols.
El público coreó el set list de principio a fin. Juanchi Bailerón (productor del disco) se ganó la ovación cuando subió a acompañar con la guitarra en Hacelo por mí, Bad y Sola en la cancha. Los invitados se pasaban la posta y para No te pudiste aguantar y Jodie, el Chino Vera (ex bajista), tomó el lugar de Juanchi.
La foto que Bailerón subió a Twitter junto a Ciro desde camarines ya pasaba de mano en mano por los teléfonos del lugar y despejaba algunas dudas. El último invitado casi provocó el derrumbe de las paredes de La Paternal: Ciro subió al escenario tras una presentación emocionante. Pero antes de comenzar con Vuelve a casa, le dio su corazón y su cabeza al público, aclarando: «Esto es para que vean que una banda no es un cantante, somos todos, si ellos no hubieran estado acá, yo tampoco».
Los últimos clásicos quedaron en manos de la histórica formación de Attaque, hasta se dieron el gusto de tocar Hey hey de Sandro, que según ellos sonaba a modo de chiste en los ensayos, pero jamás en vivo. El encuentro valió la pena a pesar de la energía entre los excompañeros de banda, que no fue de lo más fluida. Donde las águilas se atreven despidió para siempre a estos 25 años de espera. «¿Ahora entienden para quién fue escrita esta canción?”, cerró la noche Ciro. Las puertas para que vuelvan a trabajar juntos quedaron abiertas. Por eso, definitivamente, el cielo tendrá que seguir esperando.
Fotos: Cristhian Gamarra