“Estoy muy satisfecho con el disco y totalmente agradecido a todos los artistas por su deseo inmediato de participar y por su humildad. Ha sido un placer y una bendición”, dice Arturo Sandoval. El mítico trompetista cubano acaba de editar Ultimate Duets, un álbum que lo reúne con músicos de todas generaciones y géneros a lo largo de 11 clásicos.
“Me llamó la atención cómo Prince Royce encaró ‘Don’t You Worry ‘Bout A Thing’”, admite. La canción es la apertura del trabajo discográfico que continúa con “Corazón partío” junto a Alejandro Sanz y “People” con nada menos que Stevie Wonder. “Son todos artistas de primera línea, realmente talentosos”, continúa y nombra, uno por uno, al resto de sus colaboradores: Plácido Domingo, Vicente Amigo, Pharrell Williams, Ariana Grande, Josh Groban, Juan Luis Guerra, Anni-Frid Lyngstad, David Bisbal, Al Jarreau y Celia Cruz.
Próximo a sus 70 años, Sandoval conserva intacta su capacidad para el asombro sobre los nuevos talentos musicales. “Estoy impresionado con esta chica, Camila Cabello, me alegro muchísimo el reconocimiento que está teniendo. No he tenido el placer de conocerla todavía”.
Sin embargo, también es muy crítico cuando cree que el sentimiento no es sincero. Una variable que, para él, se encuentra muy fácil en la música de hoy en día. “Hay música moderna que no disfruto. Se la nota muy vacía”, dice. “Aunque no se puede ser pesimista, hay muchos jóvenes con un talento extraordinario. Los jóvenes tienen que convencerse de que están enamorados de lo que hacen. Hay un viejo refrán que dice: ‘Estate seguro de pillar lo que amas para que nunca tengas que trabajar’”.
¿Hasta qué punto permitís la tecnología en la música y hasta qué punto recomentás seguir explorando un instrumento?
−Lo real es lo real, eso no se puede repetir ni negar. Los aparatos electrónicos sirven pero, por ejemplo, para afinar a un cantante debería de haber una cláusula al respecto. Nos están engañando, vendiendo una cosa que suena perfecta y no lo es.
¿Y cómo ves este avance tecnológico con respecto a la trompeta?
−Afortunadamente, todavía no he escuchado una trompeta electrónica que suene con el sentimiento de una física. Me alegra mucho eso porque sino, nos quitarían el trabajo a todos (risas). La trompeta electrónica o sintetizada todavía no suena igual que una trompeta.
Pasó mucho agua por debajo del puente, ¿cómo hacés para no repetirte?
−Para mí, esta profesión siempre se trató de una pasión. Yo le doy mucho amor a la música y eso me llena de entusiasmo. Pero sobre todo, hay que tener mucha disciplina, responsabilidad y respeto por el público. No se puede subir a un escenario sin estar preparado.
¿Cuál es tu visión sobre Cuba?
−Desafortunadamente, tengo un sentimiento muy pesimista, no veo la luz ni siquiera al final del túnel. El nuevo gobierno no es más que un títere de los Castro y sus camaradas. La gente de Cuba está totalmente desorientada, cansada de la situación caótica. Hay otra gente que está confundida, que va un fin de semana y se piensa que es una maravilla. Lo que realmente se atraviesa es una miseria total y un desesperanza completa. Quisiera algún día poder regresar a una Cuba donde se respeten los derechos humanos, pero no creo que lo vea. Ya no tengo 20 años, cumplo 70… ojalá que algún día antes de morirme pueda regresar y ver a Cuba próspera.