
“Estoy muy emocionada, me gusta mucho mi disco, estoy feliz, lo amo”, comienza la conversación. Con la llegada de Autopoiética, Mon Laferte abre las puertas de un nuevo capítulo de su camino musical. Compuesto por catorce canciones, sucede a los álbumes de 2021,1940 Carmen y SEIS. Pero en Autopoiética su lugar fue mucho mayor: “Creo que tomé el control absoluto desde la producción, que la hice junto con mi amigo Jalil, pero confié también en mis instintos y estuve súper involucrada en absolutamente todo”.
Más que un álbum, Autopoiética es un testimonio de la madurez artística -y emocional- de Laferte, ya que, como desliza en el título del disco, evidencia su constante reinvención. “Cuando tienes una herida, tus células se regeneran naturalmente. Y eso es súper mágico. Entonces, la vida es un poco así también. Tengo en cada disco, en cada momento, una oportunidad de reinventarme”, celebra.
Por Josefina Armendariz
Es el número ocho discos de estudio, ¿qué te genera eso?
Me gusta tener muchos discos, eso habla de que soy muy creativa, pero también de que no tengo como miedo del ensayo y error de lanzar música. Porque por ahí hay mucha gente que se respeta mucho, pero que se demoran mucho, que se toman su tiempo, como muy cautelosos, ¿no? Y está bien, pero a mí me gusta mostrar que esta soy en este momento, esta es una foto auditiva de quién soy ahora, y así va pasando los años.
Aparte está muy alineado a todo el concepto de la autopoiesis, esto de la vida crea vida, siento que habla un poco de eso, ¿no?
Sí, de la capacidad de recrearse, de reinventarse de alguna manera. Tomé este término de la biología, y lo llevé a esta metáfora de la vida, de que yo soy autopoiética porque tengo la capacidad de crearme nuevamente. Por ejemplo, cuando tienes una herida, tus células se regeneran naturalmente. Y eso es súper mágico. Entonces, la vida es un poco así también. Tengo en cada disco, en cada momento, una oportunidad de reinventarme, por así decirlo.
¿Y qué aportó este disco a tu universo? ¿Qué nos está mostrando que no habías mostrado?
Yo creo que hay cosas que no había dicho, porque he escrito de muchas cosas a lo largo de mi discografía, pero en este álbum hablo sobre el juicio social, por ejemplo. Sobre sí me ha llegado a afectar el acoso cibernético, la cultura de la cancelación, ¿no? Porque en parte he sido víctima de eso. Me ha tocado que han sido muy duros conmigo en redes sociales, creo que, en general, las redes son duras. Siento que la gente, a través de sus redes, es como un poco como cuando manejan, ¿viste? Que las personas, cuando están tras el volante, se transforman, siento que en el teléfono es lo mismo. No había hablado de estos temas en discos anteriores y me doy cuenta que sí me han afectado en algún momento las críticas, los señalamientos constantes, el prejuicio y me gusta poder decirlo en este disco.
¿Cómo era hacer un disco antes y cómo es hoy? Hay un montón de diferencias ahí, pero ¿cuál es el cambio más notable?
Mira, creo que todo el tiempo se está aprendiendo. Obviamente, la vida es así, ensayo y error, como decía antes. Pero por ejemplo, en mi primer disco estaba muy deseosa de aprender, era una esponjita. Ya en mi segundo disco como que tomé más el control. Y dije, bueno, ok, lo que aprendí ahora lo voy a poner aquí, ¿no? Lo voy a plasmar en este álbum. Y luego, en el tercero, tomé más control. Siento que lo que ha pasado de repente es como que en algún disco dudo un poco y escucho y me dejo llevar y después vuelvo a tomar el control y así, ¿no? Creo que en este tomé el control absoluto desde la producción, que la hice junto con mi amigo Jalil, pero confié también mucho en mis instintos y estuve súper involucrada en absolutamente todo. Y no digo que en los otros discos no, pero hay cosas que entregué a que se encargue el productor, por ejemplo. Ahora estoy muy presente en todo y creo que me gusta más, disfruto mucho más de estar involucrada al cien en cada proceso, aunque sea más agotante, tortuoso, porque de repente te empiezas a volver loca, porque escuchas la misma canción 50 veces y le encuentro algo y luego le encuentro otra cosa y luego mueve aquí y quítala allá, es como de nunca acabar. Por ahí alguien dijo, que los discos no se terminan, se abandonan y es muy cierto porque sino, siempre le voy a encontrar algo.
¿Y estás agotada? ¿O estás llena de pilas?
Sí, agotada, pero muy feliz también y muy emocionada de hacer música. En este disco hicimos toda la música en la base con mis amigos en casa y luego en las noches, en las madrugadas, mientras despertaba y le daba teta a mi hijo, escribía las letras. Entonces, un disco que escribí letras en madrugadas mientras amamantaba fue hecho sin dormir, pero estaba súper emocionada o sea, al otro día me levantaba temprano y decía “¡Vámonos al estudio!’’.
¿Cómo te gustaría vos que la gente se encuentre con esta música?
Definitivamente es un disco para la escucha con audífonos, tiene muchas cositas muy sutiles. Por ejemplo, por ahí vi un comentario en redes sobre la canción “No+Sad” que decía ‘’es que no se entiende lo que dices’’. No, sí se entiende, lo que pasa es que tienes que ponerte audífonos porque te lo estoy susurrando, hay mucho de eso en este disco. Hay cosas que grabé pegada al micrófono, susurrando, literalmente. Y quisiera que se lleven esta idea de la autopoiesis, de que te puedes recrear y rehacer constantemente. Pero a modo metafórico, somos seres autopoiéticos porque tenemos esa capacidad de la reinvención.
