
Cosculluela presentó la secuela de uno de sus álbumes más influyentes y emblemáticos, El Príncipe 2 – que llega después de siete años desde su último trabajo discográfico -. La producción de este disco fue algo completamente distinto para el artista puertorriqueño, quien ya sin una disquera detrás, lo grabó en completa soledad durante su época de aislamiento del resto del mundo, época que recuerda con cierta nostalgia debido a lo que significó para él. “Me llevé los equipos de grabación a una finca con mis ovejas y vacas y grabé todo el álbum. Es la primera vez que puedo decir realmente lo que siento en uno de mis trabajos”, afirmó.
El Príncipe marcó un antes y un después en la historia del género urbano con canciones como “Prrrrum”, “Te Deseo El Mal” o “Sube y Baja”, entre otras, por lo que la decisión de presentar la secuela de un trabajo como ese fue una decisión no fácil para Cosculluela, quien recuerda haber sentido una presión como nunca antes para complacer al público. Para poder completar ese objetivo, el puertorriqueño no estuvo solo, ya que en esta segunda entrega contó con la colaboración de estrellas como Nicky Jam, en “Una Nota”; Ozuna, en “Ese Kbrn”; Chencho Corleone en “Pa La Próxima”; Zion en “Hoy Te Olvido”; Elio Mafiaboy en “Ce – Piyar”; Luar La L en “Mi Pistola”; Amarion en “Duki” y Tego Calderón en “Chambean”.
El Príncipe 2 no solo es música, es un relato de la vida en las calles, un testimonio de experiencias y emociones que trascienden barreras sociales y geográficas. El artista se siente muy honrado de trabajar con talentos excepcionales y llevar esta nueva ola de sonidos a sus fanáticos y a quienes se sumen a esta travesía musical.
En “El Príncipe 2” elegiste un sonido que trabajaste durante mucho tiempo, si funciona, para qué cambiarlo, ¿verdad?
Elías de León, uno de los miembros de White Lion, la discográfica, siempre decía: “El mejor disco de cada artista es el primero, siempre”. Esa filosofía la mayoría de las veces es cierta. Cuando llegan reconocimientos de Oro, Platino, discos… No los guardo, los únicos premios que guardé fueron los de mi primer disco. Cada vez que hago un álbum nuevo tengo la meta de “tiene que ser mejor, o al menos igualar a Príncipe”.
Mi primer disco tiene canciones que son como el libro de mi vida, todo es verdad, es lo que me identifica. Aunque juegue golf, tenis, sea blanquito y no me vea maleante… Eso es lo que a la gente le gusta de mí, el maleanteo es lo que ellos buscan en mis canciones. Si este disco no mejoró el primero, al menos lo igualé.
¿Miras las reproducciones? “Pa La Próxima”, con Chencho ya superó el millón. No importa cuánto tiempo tardes en sacar un álbum, tu base de fandom parece siempre estar ahí.
Te soy sincero, no miro nada, me pongo nervioso, lo único que miro es mi cuenta de banco (risas). Uno lo goza igualmente, aunque no mire los números sé la repercusión que tiene y me hace muy feliz. En este disco me sacrifiqué mucho, estoy muy orgulloso. Es la primera vez que me siento orgulloso de mí… Me grabé yo solo… Estuve un tiempo aislado del mundo… Ahí aproveché y empecé el proceso de este álbum. Estuve guardado un año en una finca y ahí hice todo, llevé los equipos para grabar e hice todo solo. Si escuchas el a capella del disco vas a escuchar algunas cabras por atrás, o alguna vaca, no sabes lo que costó sacarlo después en la edición.
¿De dónde surge la canción “Duki” que compartes con Amarion?
Ese tema era de Amarion, él lo iba a sacar. Un tiempo antes de lanzarlo se entera que voy a estrenar un disco y me dice “esta canción la tienes que sumar ahí”. Cuando todos vieron que estaba montando El Príncipe 2 querían formar parte de alguna forma. Muchos artistas de la nueva escuela se criaron con El Príncipe, para mí es un orgullo que me digan “decidí ser artista por ese álbum”.
Qué bueno que puedas plasmar ese tiempo de aislamiento en el álbum y todo lo que te pasó durante el proceso.
Eso es. Lo mejor es poder desahogarme y decir lo que quiero. Eso es lo que me gusta, sentir que es un disco mío por completo sin tener que pensar en algo más. Es algo que pasa mucho cuando alguien está con disquera, que te hacen hacer lo que le gusta a la gente, y ahí es donde el artista se pierde.
Todo artista empieza haciendo lo que le gusta a él, y hay veces que las disqueras los cambian porque no es lo que a ellos les gusta o no es lo que está sonando.
Este disco, ahora que estoy independiente junto a ONERpm como distribuidora, es total libertad, es increíble. Me dijeron que hiciera lo que quisiera y es lo que hice. Siento que estoy llenando las expectativas del público, me salió.
¿Sentiste presión al elegir el nombre Príncipe 2 sabiendo lo que significó para la industria El Príncipe?
El día que elegí ese nombre me eché una presión encima que automáticamente pensé “¿por qué hice esto?”. Eso es lo que me hizo también volver a ser yo. Desperté el Cosculluela al que no le importa lo que diga la gente. Estoy contento porque al final resultó todo muy completo, tengo los perreos con Ozuna, Chencho y Nicky Jam, que tenemos una fórmula que no falla… Me siento completo. Es la primera vez en mucho tiempo que te puedo decir que me siento orgulloso de mí mismo. Es un sentimiento de gratitud que no se puede explicar.
¿Cómo es tu conexión con la Argentina hoy?
Sería un placer volver, adoro la Argentina. Recuerdo estar allí y que nos agarrara un frío que no nos dejó despegar el avión, y a mí eso me encantaba, porque en Puerto Rico es calor todo el tiempo. Argentina tiene buena vibra, el fanático respeta. Sabes que hay fanáticos que vienen y te tratan de quitar la gorra… Allá hay un respeto y una cultura hermosa hacia el artista.
