Ayer, Apple consiguió la patente que solicitó en 2011 que permite restringir, a través de una señal infrarroja, las cámaras de los dispositivos iOS, y así evitar que los usuarios capturen videos o fotos durante situaciones especiales, como recitales, cines o museos.
La Oficina de Patentes y Marcas de EEUU explicó que las zonas en donde se prohíbe usar las cámaras podrán instalar un emisor infrarrojo que enviará la señal a los dispositivos; estos, a su vez, codificarán esta información y bloquearán –de manera temporal– sus cámaras.
Esta tecnología permitirá también recibir datos según la localización del dispositivo. Por ejemplo, en un museo, se le enviará al usuario información sobre las obras. Esta función es parecida a lo que hace iBeacons y Samsung Proximity.