Antonio Ríos se encuentra en plena preparación de un show online que realizará desde La Usina del Arte en el que recorrerá canciones de sus 30 años de carrera como solista y por otro lado como integrante de los grupos Malagata y Sombras en el que estará además acompañado por sus hijos.
¿Cómo te estás preparando todo para el 7 de noviembre?
Exactamente, estamos ensayando, probando sonido para no fallar.
Todo esto es nuevo para todos, ¿Cómo te fuiste adaptando al mundo de la tecnología?
De a poco, me ayudan mis hijos y mis hijas, pero bien.
En el show vas a celebrar tu trayectoria, ¿Cómo va a ser?
El show es el 7 de noviembre a las 22 horas en la Usina del Arte y las entradas están vendiéndose por Pass Line. El show lo voy a hacer con mis hijos, Diego Ríos, el más grande que está trabajando de solista hace años y voy a presentar a otro que también sale como solista el mismo día, esperemos que salga todo bien.
¿Te gusta que te llamen ‘’Leyenda’’ o preferís que te digan ‘’El maestro’’?
Prefiero ‘’El maestro’’, leyenda me suena a alguien que ya se fue.
¿Qué cosas te gusta aprender y qué cosas te gusta enseñar como maestro?
Me gusta aprender, la vida siempre te enseña cosas nuevas, me gustaría aprender sobre cómo se manejan las redes, me encantaría aprender eso. Me dicen El Maestro de nombre, es el apodo que me pusieron por los éxitos, así que me gustaría enseñar a los jóvenes a no bajar los brazos, que si están apasionados por algo tienen que luchar para conseguirlo.
Cuando uno tiene tantos éxitos como vos resulta muy difícil seleccionar el repertorio de un show ¿no?
Elegimos los temas que la gente pone como éxitos, son muchos, aparte he grabado boleros, mariachis, folklores, así que tengo un reportorio bastante amplio.
¿Qué diferencias notas en encarar temas como un amor, una mujer o una conquista entre un bolero y en la música tropical?
A una mujer se la conquista con temas románticos, voy más por el lado de los boleros, me apasiona mucho la música romántica, pero triunfamos con la cumbia y hay que seguir con ella.
¿Tenes alguna canción en especial con la que te identifiques de toda tu historia musical?
Me identifico con todas, porque cuando nosotros proponemos decimos que cada tema es un hijo, se hace con mucho amor, pero hay temas como Nunca me faltes que me abrió muchos caminos, he llegado a Suecia, Noruega, Francia, Australia, Estados Unidos, es mi caballito de batalla, si no lo canto en un escenario no me dejan ir.
Estuviste en dos grupos que fueron exitosos y también sos exitoso como solista, ¿te diste cuenta que eso no es común?
Sí, es un privilegio que la gente me elija, la verdad que estoy agradecido totalmente a Dios y a la gente por dejarme existir de lo que me gusta. Cuando yo salí como solista nadie creía en mí, solo mi familia y mi banda, empezamos a componer y salían temas muy lindos así que íbamos con toda la fe.
¿Cuándo nace el romance con tu sombrero?
Cuando salgo con el segundo disco, justamente con Nunca me faltes. El productor no me tenía mucha fe y me decía que no podía salir en ese momento de solista, con 40 años, cuando había tantos grupos de jóvenes como Comanche, Peluche, Volcán, que están pegando, Malagata venía muy bien y no entendía por qué la separación, entonces le dije que si me echaban del grupo debía hacerme solista a la fuerza, no iba a rogar para quedarme, tenía 8 músicos jóvenes y 2 chicas para bailar, recién ahí le gustó la idea, lleve el material y la pegamos con Yo me estoy enamorando, fue un golazo y en el momento de grabar el segundo me dijo de buscar un look, empecé a usar anillos y cadenas de oro y sale la idea del sombrero, la mandaron a la secretaria a comprar uno, me dijeron que me quedaba bárbaro y me preguntaron cómo me decían los chicos nuevos que salen a tocar, me decían ‘’Hola maestro’’ y de ahí salió el seudónimo de Antonio Ríos.
¿Qué cosas pasaron en tu vida en esta cuarentena?
Es muy duro, hace 8 meses que estamos sin trabajo, la plata se va y no entra, yo tengo muchos hijos, que hoy gracias a Dios casi todos trabajan, pero siempre hay alguno que necesita una ayudita y tengo que estar.