Carlos Santana tiene una deuda de 50 años de gratitud con Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, específicamente con Within You Without You, el tema de apertura del lado B que compuso George Harrison.
«Fue la única vez que pegué un viaje con LSD que se puso medio loco −dice Santana a Billboard−, y esa canción me puso en un lugar en el que pude saber cuál era mi lugar en la Tierra. Ese tema juntó mis pedazos, que estaban dispersos en un océano de miedo, y me llevó a un lugar que sin lugar a duda era sanador. Después de escucharla, supe que volvería de este viaje de LSD con una claridad y un propósito que me serviría para el resto de mi vida”.
Años más tarde, Santana pasó mucho tiempo con Harrison, pero nunca le contó esa historia. “Siempre estábamos borrachos, cantando −recuerda entre risas−. Nunca hablamos de cosas como esa”.
Las drogas fueron un puntapié para la apreciación de la obra maestra experimental del grupo, que salió el 26 de mayo en el Reino Unido y el 1 de junio en Estados Unidos. Actualmente, está siendo celebrada con el lanzamiento de una edición expandida y remasterizada. Todd Rundgren, un devoto de los Fab Four y miembro desde hace tiempo de la All Starr Band de Ringo Starr, recuerda haberse sentido un poco decepcionado cuando escuchó el álbum por primera vez, especialmente después de haberse enamorado del LP anterior, Revolver, de 1966. Aún hoy sigue eligiendo.
«Me pareció que había de todo. No me pareció tan firme como sus discos anteriores”, dice Rundgren. Pero pronto entendió que la canción no era la mejor forma de juzgar a Sgt. Pepper’s. “No tomaba drogas en esos días −recuerda− pero todos los que conocía decían ‘Ah, tenés que escucharlo drogado’ o te aconsejaban que te tomes una pepa y después lo escuches. Así que sentí que había algo que no estaba entendiendo por no estar consumiendo drogas. Hay muchas cosas geniales, pero es más un artefacto cultural que otra cosa. Es la cosa que hizo que todo el mundo quisiera consumir ácido”.
Para Joan Báez fue algo similar. Su propia inexperiencia con las sustancias le impedía conectar profundamente con el LP. “Me gustaban mucho los Beatles, pero nunca consumí drogas, así que había un trecho entre lo que la gente componía y hacía en esos años y mi prístino ser. Me perdí de muchas cosas, pero ciertamente conocía a los Beatles y sabía de su transición, eso de dejanr de ser chicos de Liverpool para convertirse en gente bastante sofisticada para las formas culturales de Occidente en las que estábamos sumidos entonces. Recuerdo que con Norwegian Wood todos decían ‘Ah, estaban drogados cuando compusieron eso’. Era todo un tema. Y con Sgt. Pepper’s también. Se ve que yo no estaba en la misma sintonía”.