El primer festival de rock transcurrió el 10 y el 11 de junio de 1967 en una montaña de Marin County, California. El Fantasy Fair and Magic Mountain Music Festival tenía grandes bandas (The Doors, Captain Beefheart & The Magic Band) y algunas medio pelo (The Lamp of Childhood), y terminó a las seis de la tarde porque el anfiteatro no tenía luces. Como pasó con muchas cosas que organizaron los hippies, la Fantasy Fair no estaba bien planeada.
El primer festival de rock profesional bien hecho –el que cambió la forma en que tienen que sonar y verse los conciertos, e inspiró a los festivales de hoy– se hizo el fin de semana siguiente: el Monterrey International Pop Festival.
En enero de 1967, Alan Pariser, un promotor de conciertos chicos y dealer de marihuana, estaba planeando un show en los Monterrey County Fairgrounds, en el centro de California, accesible tanto desde San Francisco como desde Los Ángeles. Se acercó a John Phillips, líder de The Mamas & The Papas, en ese momento el grupo más exitoso de los Estados Unidos. A Phillips le gustó la idea, pero él y Lou Adler, el agresivo mánager, querían tener el control del festival. Después de un arreglo sustancial, tomaron el control y entonces sumaron a estrellas como Paul McCartney, Paul Simon y Art Garfunkel. Pronto habían organizado el mejor fin de semana musical que cualquiera hubiera visto.
Tocaron The Animals, Simon & Garfunkel, The Byrds, Jefferson Airplane, Buffalo Springfield y los Grateful Dead. Pero el festival fue un fin de semana de descubrimientos: muchos de los grupos que hoy son legendarios eran poco conocidos en ese momento.
Hoy, el Monterrey Pop es recordado por cinco presentaciones clave. Fue el debut histórico en los Estados Unidos de The Jimi Hendrix Experience. Fue el despliegue que convirtió en estrellas a Big Brother & The Holding Company, que tenía entre sus filas a una joven de 24 años, Janis Joplin. Salvó la carrera de The Who, una banda enorme en Inglaterra, pero desconocida del otro lado del Atlántico. Fue la primera vez que un público predominantemente blanco vio al cantante de soul Otis Redding y la primera vez que un público norteamericano vio a Ravi Shankar.
Con Shankar y un par de grupos de soul y jazz en el line-up, Monterrey acogió la idea de la diversidad. El evento también señaló un notable aumento en los precios de las entradas: costaban 6,50 dólares por sesión (eran cinco en tres días), contra dos dólares en Magic Mountain y tres dólares por una noche en The Fillmore.
Phillips y Adler simplificaron el evento al pedirles a las bandas que tocaran gratuitamente. Todo el dinero se destinaría a obras de beneficencia –otra idea novedosa–, lo cual allanó el camino de eventos como Live Aid. Las ganancias residuales de Monterrey siguen yendo a la Monterrey International Pop Festival Foundation (MIPFF), una organización de caridad manejada por Adler, que dona 80.000 dólares anualmente a facultades, grupos de arte y establecimientos médicos.
El evento se planificó en un par de semanas, lo cual podría haber llevado a un desastre al estilo Fyre Festival de no haber sido por el heroico trabajo del stage mánager Chip Monck, que trajo lo que un colega describió como una actitud “mercenaria”. Más allá de Monck, la otra figura no artística fundamental fue el fabricante de LSD Owsley Stanley, quien llevó una gran cantidad de lo que él denominaba “Monterey Purple”. “Owsley caminaba con una campera de cuero marrón con los bolsillos llenos de Monterey Purple, dándoselo a quien quisiera”, recuerda el cantautor David Crosby, miembro de The Byrds en aquel entonces.
Los ejecutivos mediáticos y musicales fueron en bandada a Monterrey, y descubrieron un sonido y una cultura en crecimiento. Pronto, la música under era una commodity, lo cual forzó a algunos grupos a disolverse. Monterrey, dice Peter Lewis de Moby Grape, fue “donde la cultura empezó y terminó, en cierta medida”. Gracias a un documental que filmó D.A. Pennebaker, las imágenes de ese fin de semana se esparcieron por el mundo, aumentando la fama de algunas bandas. En una reseña del New York Times, Renata Adler describió cómo Hendrix se ponía “frenéticamente obsceno con su guitarra”. Esta y otras imágenes de Monterrey quedan en la carpeta de GIFs de nuestra imaginación compartida.
En la historia de los 60, el Monterrey Pop fue lo más cercano al pico de una década: 1967 fue el verano del amor; y Monterrey, su soundtrack. Pero en cierta medida, el fin de semana hizo eco de la historia completa de la década, empezando con paz, haciendo una transición hacia el conflicto y terminando el domingo de forma violenta con los instrumentos.
En honor de las bodas de oro del festival, Lou Adler organizó una celebración del 16 al 18 de junio en los Monterey County Fairgrounds, con un line-up que yuxtapuso grupos de los 60 con artistas contemporáneos como Father John Misty, Regina Spektor y Kurt Vile. Acá, muchos de los principales actores del festival recuerdan quién tocó, qué drogas consumieron y por qué consideran que Monterrey fue el festival de rock más grande de todos los tiempos.
El Principio
Jeff Jampol (mánager de los herederos de Janis Joplin y de Otis Redding)
El movimiento hippie que estaba pasando en San Francisco en el 65 y el 66 era algo muy aislado. En el 67, el mundo lo describió. Monterrey fue la primera vez que las bandas de San Francisco se expusieron al mundo.
Art Garfunkel (Simon & Garfunkel) Teníamos una noción maravillosa: los grupos no iban a cobrar. La gente se iba a entusiasmar si se enteraba de que no era comercial; era para el espíritu de nuestra generación. Eso atrae mucho.
Al Kooper (asistente de stage mánager)
Todos estábamos ocupados en esto. La única persona que tenía experiencia en el campo de “soy un boludo” era Lou Adler. El resto era gente muy macanuda.
David Crosby (The Byrds)
Creo que Lou Adler es un estafador.
Garfunkel
Puede que suene arrogante, pero invitamos a personas que sabíamos que eran los príncipes del rock and roll. No los mimados de las discográficas.
Steve Miller (Steve Miller Band) San Francisco era casi el centro del universo, y el mundo parecía estar mirándolo para inspirarse.
Lou Adler (mánager, The Mamas & The Papas; cofundador del festival)
No había un venue, en realidad. Era para shows vacunos y equinos. Chip Monck manejó la producción. Prácticamente él construyó el escenario. Sin él, probablemente no hubiera habido Monterrey.
Chip Monck (stage mánager)
Era una pequeña arena con lugar para 6500 personas. No había un piso chato. “¿Este es el escenario? La puta madre”. No había reglas para este tipo de evento todavía, estábamos construyendo una industria.
Kooper
Por eso lo hice. El desafío era la virginidad de todo el asunto.
LA REVOLUCIÓN SERÁ MONETIZADA
D.A. Pennebaker (director, documental de Monterrey)
[El productor de TV] Bob Rafelson dijo: “¿Te gustaría hacer una película de un festival de música en California?”. Había realizado una película y no había sido tan distribuida. Traje cinco, seis camarógrafos, no tenía idea de que podía decirles qué hacer. Así que le dije a cada uno que hiciera su propia película. Un buen film encuentra una manera de solucionar sus propios problemas. Y uno malo no tiene problema con nada.
Eric Burdon (The Animals)
La gente que se juntó en Monterrey representaba un poder masivo que creía que a través de la música podía expresarse una conciencia mayor. Fue un punto definitivo de referencia cuando era joven.
Monck
El viernes estuve buscando un estimulante llamado “Purple Heart”. Te permite estar despierto por otras diez horas. Pregunté “¿Alguno tiene un Purple Heart?”. Alguien me dio algo violeta [el Monterey Purple de Owsley]. Lo tomé. Era ácido. Era el peor momento para tomar ácido, te aseguro.
Miriam Kasin (Espectadora)
Cumplí 16 la semana antes del festival, y mis padres me dieron entradas. Monterrey fue uno de los mejores momentos de mi vida.
Jim Otto (Espectador)
Tenía unos 20 años y estaba en el proceso de abrir una tienda de discos. Éramos hippies de Laguna Beach. Alquilamos un cuarto en un motel y lo compartimos entre ocho. Nos turnábamos para usar la cama.
Miller
Nos dieron pasajes de avión, nos pusieron en un buen hotel y nos dieron de comer muy bien. Pero tocamos gratis. Todos tocaron gratis.
Dave Getz (Big Brother & The Holding Company)
Nos cagaron. Se promocionó como una fiesta –“¡Todos tocan gratis!”–. Nunca dijeron nada de una película. Le presentaron un contrato a cada banda antes de subir al escenario. Éramos un grupo de freaks. Nos rehusamos a firmar por una cuestión de principios, así fue también con las otras bandas de San Francisco.
Miller
Pensamos que ellos iban a hacer una fortuna con la película, así que mi mánager nos sacó de esa negociación. Él no iba a permitir que nos cagaran.
Getz
Big Brother tocó [a principios de la tarde del sábado] e hicimos cinco canciones, de las cuales Janis cantó tres. Las discográficas vieron a Janis y olieron plata. Nos pidieron que tocáramos de vuelta: “Los ponemos en el primer lugar el domingo a la noche si acceden a aparecer en la película”.
Jampol
La primera presentación de Big Brother fue legendaria. Creo que Pennebaker fue uno de esos tipos que acorraló a Albert Grossman, mánager de Bob Dylan. Le dijo “Albert, hacé entrar en razón a estos tipos. Tenemos que filmar esto”. Albert los convenció.
Peter Lewis (Moby Grape)
El día antes, Janis no hubiera podido ser arrestada. El día después, no se podía sacar de encima a los tipos de traje. [Columbia firmó con Joplin como artista solista un par de meses después]. Big Brother era una familia, sin esos tipos que la protegieran y el estar sola la llevó tempranamente a la tumba. GETZ Janis insistía con tocar de vuelta el domingo. Quería ser exitosa. Buscábamos aplacarla mucho en ese entonces.
Lewis
Los Moby Grape estábamos en el backstage con nuestro mánager, Matthew Katz, y Lou Adler. Matthew dijo: “Yo soy el dueño del nombre de mi banda, me tenés que pagar un millón de dólares o no los filmás”. Adler estaba furioso. Si hubiéramos estado en la película, como Janis, nos habríamos convertido en superestrellas.
Getz
Detrás del escenario estaba la carpa Quonset, donde se hacían zapadas. Hendrix estaba tocando y yo me senté en la batería. Me acuerdo de que vino alguien y le puso una pepa a Hendrix en la boca mientras tocaba. Muy loco.
Lewis
Tomé ácido por primera vez en Monterrey. Me lo dio una chica. Me dijo que David Crosby se lo había entregado y yo lo compartí con [mi compañero de banda] Bob Mosely. Me acuerdo de pensar que estaba muerto. Apareció una luz enfrente y me di cuenta de que estaba acostado en el estacionamiento del motel y que la luz eran las estrellas.
Adler
Los Beach Boys habían confirmado, pero decidieron no tocar, lo que catapultó a Otis Redding a ser headliner el sábado a la noche.
Marty Balin (Jefferson Airplane)
Nos tocó justo antes de Otis. La rompió. Fue el artista más poderoso que vi.
Miller
Otis fue el mejor artista de Monterrey por lejos. Todo el mundo se exaltó al verlo.
Booker T. Jones (Booker T. & The MG’s, backup de Redding)
Otis salió al escenario con timidez. Eso duró unos dos segundos. La gente lo hizo sentirse en casa.
Barry Goldberg (The Electric Flag)
Nunca experimenté una vibra así antes. El éxtasis de la gente que se agolpaba, la aceptación generalizada de Otis, fue lo mejor que vi en mi vida.
Jones
Esa noche fue algo soñado para mí por los cambios culturales que estuve viendo. Era como llegar a casa, pero entrando a un nuevo mundo. Los Estados Unidos como nunca los había visto antes.
QUÉ SIGNIFICÓ TODO
Pennebaker
Cuando me senté a editar, pensé que lo mejor que podía hacer era una película que fuera como poner un disco. Ninguna entrevista, ninguna filosofía. Solo la música.
Adler
No gané un centavo en Monterrey. La plata que hicimos la donamos inmediatamente a las caridades de San Francisco y Los Ángeles.
Pennebaker
Al final, Lou no pudo pagar nuestras facturas [de posproducción]. Debíamos unos 100.000 dólares. Así que los abogados hicieron algo por lo cual nosotros nos quedamos con la película. Eventualmente Lou vio que estábamos ganando dinero con eso y dijo “¿Qué está pasando?”. Nosotros le respondimos “Vos nos cagaste”. Así que terminamos haciendo un acuerdo y dividimos el arreglo con Lou.
Adler
Los ejecutivos musicales despertaron en Monterrey y se dieron cuenta de que había un tipo de música distinta. Las bandas también tuvieron una epifanía: el poder del artista en contraste con el de la discográfica. Podían decir “Este es el disco que queremos sacar”, y eso duró hasta los 80, cuando las corporaciones y los abogados tomaron el control.
Jampol
Airplane encabezó los tres grandes festivales de rock de los 60. Grace Slick me dijo “Woodstock fue sobre el clima, Altamont sobre la muerte, Monterrey sobre música”.
Garfunkel
La versión limpia de los Estados Unidos empezó a ser una versión libre. “Saquémonos las camisas y saltemos al agua, nademos, abracémonos y amemos”, y fue una sensación hermosa.
Lewis
Todos eran bienvenidos mientras que estuvieran tranquilos. Era esta idea de ser capaces de escapar de la tiranía de uno mismo y no ser llevados por el monolito social. Después de eso hubo un declive hacia la libertad primal. Y después de Charles Manson y Altamont, fue una pesadilla de violencia.
Jampol
El mundo descubrió a los hippies después de Monterrey. Cuando la industria musical se involucra, se empieza a hablar de negociación. “Hippie” se convirtió en un gran negocio.
Getz
No creo que haya habido otro festival como ese. Pero después de Monterrey, la música pasó a ser más sobre plata y éxito y peleas internas: la historia del rock. Nunca ganamos un centavo por la película.
Jampol
Creo que la palabra “festival” se pervirtió un poco. Hoy significa un par de bandas tocando en un lugar en las afueras. Un festival real es una celebración que trae distintas formas de arte y que tiene una temática detrás.
Garfunkel
No fui a Woodstock. Pensé “Esto ya lo hicimos”.
Crosby
¿Por qué voy a ir a Coachella? Estás parado en medio de un campo escuchando una banda que se encuentra a millas de distancia. “¿Ese es Mick Jagger? No sabría decirlo”.
Kooper
¿Qué significa para mí este aniversario de 50 años? Que soy un viejo choto.
Miller
Cuando uno va a un recital de Beyoncé y ves láseres y bailarines… Monterrey era el principio de esa idea de un recital grande. Te daba la sensación de cómo iba a ser el futuro.
Crosby
Pará, creo que estoy viendo un plato volador.